¿La ética ha colapsado en la administración pública?
La administración pública es la gestión de los recursos del Estado, las empresas públicas y de las instituciones que componen el patrimonio público. El servicio público es brindado por el Estado, ya sea directamente o bajo su control y regulación.
La Administración está a cargo de las autoridades electas, designadas o nombradas previo concurso, las que deben realizar su gestión (trabajo) cumpliendo las leyes y la satisfacción de las necesidades públicas.
Los miembros de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial son responsables que se ejecute la administración y el servicio público con idoneidad y cumpliendo las normas sustantivas como las procesales que señalan plazos para cada acto procesal (decretos, autos y resoluciones).
Quienes laboran en los poderes del Estado e instituciones públicas –servidores públicos–, desde que aspiraron a ser elegidos, designados o nombrados previo concurso para “ocupar un cargo” público conocían perfectamente bien lo que es la administración pública y los plazos en que deben resolverse los procesos administrativos y/o judiciales garantizando el cumplimiento y satisfacción de las necesidades mínimas de la ciudadanía, el orden interno de la nación y un sistema social, político y ciudadano.
En la administración pública debe primar la ética, el actuar entendiendo el bien y el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano.
El servidor público debe tener conciencia del conjunto de costumbres y normas que valoran la conducta humana en una comunidad y la ciudadanía y su relación con las nociones del bien y del mal, los preceptos morales, el deber, la felicidad y el bienestar común. Con libertad y justicia deben cumplir sus funciones con ética cultivando la moral, deber y virtud con relación a las necesidades humanas.
Lamentablemente, a la luz de los hechos, la población observa que la Administración Pública y sus “administradores” del Ejecutivo, Legislativo y Judicial trabajan con carencia de idoneidad en su actuar técnico, legal y moral no obstante a que honestamente deben cumplir sus deberes con responsabilidad dentro del plazo que las normas procesales les tienen señalados; su responsabilidad es más elevada dependiendo del cargo que ocupan. Tener en cuenta que se conocen las excelentes remuneraciones que perciben a pesar de la “suspensión imperfecta de labores”.
Puede considerarse que la falta de ética en el trabajo administrativo perjudica a los administrados y justiciables; ejemplo: el de los ancianos que han demandado se les otorgue su jubilación. En el Poder Judicial tardan, no meses, sino años y más años para emitir sus sentencias. Esto se puede debatir públicamente.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.