La evolución en país tercermundista
Hace pocos días, revisando un estudio de mercado bastante detallado de una empresa de consumo masivo que está interesada en ingresar a nuestro país, recordé un tema que hace ya un tiempo estuve pensando.
El estudio era bastante amplio, constaba de detalles de consumo por producto, la variabilidad por zonas según el perfil de los consumidores, estrategias publicitarias propuestas para cada sector, formatos de puestos de venta, entre otras variables muy interesantes y precisas que indicaban prácticamente la receta ideal para que dicha compañía sea un mega éxito en tierras peruanas.
La verdad fue muy interesante poder leerlo, pero como les decía, hubo una parte que me recordó algo que pensaba ya hace un tiempo, y es que al parecer, cuando hablamos de grupos generacionales, se da por entendido algunas características que, en países como el nuestro, no necesariamente aplican, veamos.
Por ejemplo, cuando incurrían en el análisis generacional, denominaban a la “generación Y”, popularmente conocidos como milenios, como la que normalizó el consumo de comida rápida y “chatarra” en general, y basados en esta premisa enfocaban cierto tipo de formatos publicitarios, o en el caso de la generación Z, a quienes asumen nativos digitales, orientan para un grupo importante de productos sólo difusión digital, casi todo orientado a plataformas como YouTube, Tik Tok, Reels de Instagram, entre otras... Es curioso que se dé esto como algo definitivo en un país donde, por ejemplo, las cadenas de comida rápida han llegado a provincias hace aproximadamente 20 años, o la tecnología sigue siendo un privilegio para muchos hogares al día de hoy... ¿Cómo calzamos una evaluación de mercado a nivel generacional en un país con muchísimo atraso frente al resto del mundo? ¿Estamos preparados para todo este proceso de evolución globalizada y desarrollo tecnológico?
Claramente el Perú se ha desarrollado en gran medida estos últimos años, pero este desarrollo ha sido básicamente en Lima y una que otra provincia, dejando atrás a la gran mayoría del país.
Cada vez tenemos más cerca propuestas de mejora y automatizaciones propias de nuestra época que efectivamente nos ponen a nivel de países del primer mundo, pero estos cambios debemos darlos con muchísimo cuidado, no podemos simplemente saltarnos décadas de atraso en nuestro desarrollo.
Un ejemplo claro son las estaciones de servicio... ¿Se imaginan no requerir de personas que nos pongan la gasolina en los grifos como sucede en muchos países? Es un paso importante en la modernización de dicho proceso, pero miles de personas perderían el trabajo. Otra muestra clara son los peajes electrónicos implementados en su totalidad, esto daría una gran fluidez al tránsito vehicular, pero todos aquellos que trabajan en peajes y los negocios ambulantes que les rodean desaparecerían.
El proceso evolutivo en un país tercermundista es delicado, cuidemos este proceso ya que la modernización acelerada podría generarnos problemas sociales más difíciles de resolver. Nuestro sistema educativo no nos prepara para un mundo enteramente tecnológico, rápido y retador, ¿cómo pretendemos hacer frente a la próxima década? Pensémoslo. Una buena semana para todos.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.