La importancia del debate electoral en Ecuador

A escasas tres semanas de llevarse a cabo, en la hermana República del Ecuador las “Elecciones Seccionales y Elección de Consejeras y Consejeros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social 2023”, además de un referéndum de consulta popular, para elegir a Prefectos y Viceprefectos, Alcaldes, Concejales Urbanos y Rurales, Vocales de las Juntas Parroquiales Rurales y Consejeros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social para el periodo 2023-2027, tienen especial importancia los debates electorales entre los candidatos participantes en esta justa electoral, los cuales se encuentran regulados en su Ley Orgánica Electoral, Código de la Democracia.

Al respecto, cabe mencionar que la referida norma electoral establece, en su artículo 279, inciso 11, que los candidatos están obligados a asistir a los debates convocados y organizados por el Consejo Nacional Electoral – CNE (ONPE, en el Perú) y que, de no hacerlo, están expuestos a ser sancionados por el Tribunal Contencioso Electoral (léase JNE, en el Perú), con una multa que varía entre 21 y 70 “salarios básicos unificados” (el actual SBU es de US$450.00), además de poder ser destituidos y/o suspendidos de sus derechos de participación en el proceso eleccionario.

Corresponde a un Comité Nacional de Debates, cuyos miembros son seleccionados por el CNE, entre destacadas personas con prestigio, fundamentalmente, en el ámbito académico, quienes se encargan de organizarlos, incluyendo la determinación de los temas a tratar, así como la elaboración de las preguntas a los candidatos, las que se conservan en sobres cerrados y sólo se conocerán en el mismo momento del debate.

Fueron cuatro los temas que se definieron para ser expuestos en este proceso electoral; y, que son los siguientes: seguridad y convivencia social; economía y movilidad; medio ambiente y territorio; y administración local y provincial. Para el efecto, se elaboraron dos preguntas sobre cada índice temático. Y los sobres que contienen las preguntas (con diseños o colores distintos de acuerdo al tema), en el momento mismo del debate se encuentran introducidos en un recipiente de cristal, para luego de ser extraídos al azar, el moderador lee en voz alta la pregunta (por una sola vez) para que cada uno de los candidatos procedan a contestarla.

No está de más señalar que, en el lugar designado para el debate, únicamente están presentes, además del moderador, los candidatos; es decir, se lleva a cabo sin público presente. Pero, a la transmisión de la difusión en directo del debate, que realiza el CNE, se pueden “colgar” todos los medios de comunicación que así lo deseen.

En el fin de semana del 8 y 9 de enero se realizó el debate de los candidatos a las prefecturas. Y en este último fin de semana fueron los candidatos a las alcaldías quienes debatieron. Precisamente, con motivo de esta última jornada, en esta oportunidad, en mi calidad de jefe de Misión de Observación Electoral Internacional del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica – CEELA, fui invitado por el CNE, para presenciar los debates, desde el Centro de Monitoreo Nacional del CNE y, luego, desde un ambiente acondicionado con cámaras que difundían en directo los debates, en un canal televisión nacional que, para el efecto, había facilitado el uso de su set principal para el desarrollo de los mismos.

Fue muy interesante comprobar que los especialistas que estuvieron atentos de todos los debates, desde el Centro de Monitoreo, cuando observaban alguna anomalía en el desarrollo de los mismos, inmediatamente se comunicaban con quienes estaban a cargo de la logística, a fin de que se corrija el error.

Esta experiencia obtenida en Ecuador, con miras a lo que serán sus elecciones del domingo 5 de febrero, me permite llamar la atención en el Perú, a quienes tienen sus manos procurar mejorar las normas electorales, que debemos conseguir que el llamado “voto informado”, que el Jurado Nacional de Elecciones viene promoviendo desde hace más de quince años, sea una realidad que permita al ciudadano votar con conocimiento de causa, con criterio y con responsabilidad.

Un sistema democrático, con una ciudadanía informada y conocedora de las inquietudes y aspiraciones de quienes aspiran a dirigir los destinos de una comunidad, permite evitar que se cometan errores al momento de sufragar.

Un voto informado es un voto responsable; ello es lo que debemos lograr y conservar, como conducta política.