ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

La indiferencia, intolerancia, incoherencia y pesimismo no nos permiten avanzar

Imagen
Fecha Publicación: 20/08/2024 - 22:40
Escucha esta nota

Si no logramos retomar el camino para impulsar nuestra economía, generando confianza para atraer inversión y dar empleo digno a millones de peruanos, será muy difícil frenar los avances de quienes ahora promueven el caos para tomar el poder e imponernos la misma fórmula aplicada en Venezuela para hacernos más pobres y dependientes.
Cientos de miles de ciudadanos, haciendo uso de su legítimo derecho, eligieron a Pedro Castillo e hicieron posible que Dina Boluarte lo reemplace en la presidencia. Hoy, indignados, se lamentan de haberles confiado su voto.
Muchos de ellos, a pesar del fracaso del gobierno que, por sus pasiones y odios, nos impusieron, se muestran ahora indiferentes frente a la crisis moral y política que vivimos. Otros, asumiendo una actitud intolerante y pesimista, se oponen a todo.
Es difícil entender cómo pudieron mantenerse INDIFERENTES frente a la amenaza al modelo económico vigente. Cuando Castillo puso en riesgo su futuro inmediato, prefirieron ser mudos espectadores. Tampoco les importó el sufrimiento de los afectados.
Los PESIMISTAS siguen criticando y quejándose de todo lo malo que otros hacen. Nunca proponen alternativas de solución a los grandes problemas del país.
Los INTOLERANTES aún no son capaces de aceptar que otros, con todo derecho, puedan pensar diferente. No han aprendido a respetar opiniones discrepantes.
Los INCOHERENTES defienden de la boca para afuera la equidad e igualdad, derechos que nadie en su sano juicio podría desconocer. Lamentablemente, cuando la gente abusada no simpatiza con su opción política, ellos se quedan mudos o miran para otro lado.
Eso sí, todos estos grupos coinciden en culpar al Congreso de todo lo malo que pasa en nuestro país. Pero, si fuera posible que por un momento se pusieran en los zapatos de los buenos legisladores, que no son mayoría en el Congreso, entenderían lo difícil que es conciliar criterios con trece bancadas buscando el bien común.
Aprobar importantes leyes demanda negociar con Dios y con el diablo. En el camino, para lograr el voto de algunos congresistas que parecen “priorizar” el beneficio personal, quizá tuvieron que “tragar sapos” o verse obligados a hacer concesiones, siempre muy criticadas por la prensa.
Somos mezquinos en no reconocer que un grupo de legisladores de este vapuleado Congreso fueron quienes nos salvaron de Pedro Castillo y, en la perversa coyuntura actual, siendo ellos oposición al gobierno, evitaron que el país colapsara sustentando a Dina Boluarte que, sin partido ni bancada, no podría gobernar.
En medio de la crisis, no podemos sacar el cuerpo; tenemos que seguir poniendo el hombro para salir adelante. El momento requiere un cambio en nuestra actitud y la participación de todas las fuerzas políticas para encontrar coincidencias y comenzar a avanzar.

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookXInstagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.