La inmunda moral socialista
“La justicia constitucional, como toda forma auténtica de justicia, no se subordina a ningún poder político, ni al poder de una burocracia o de algún funcionario, ni mucho menos a rumores generados para orientar la opinión pública en determinado sentido.”
Contundente frase pronunciada por el tribuno Ernesto Blume Fortini respecto al fallo del Tribunal Constitucional TC -que él preside- referido al encarcelamiento preventivo. Pero, amable lector, sucede que este testimonio no corresponde a la declaración que dio ayer Blume tras la sentencia que declara inconstitucional la prisión preventiva que, durante 13 meses ha cumplido, Keiko Fujimori. No. El texto que acabamos de recordar corresponde al laudo que emitiera este mismo Tribunal Constitucional... pero hace 19 meses. Fue con ocasión de la sentencia que anunciaran los siete tribunos del TC cuando la ex pareja presidencial, Ollanta Humala y Nadine Heredia, fue liberada luego que se le aplicaran los mismos razonamientos que ha usado ahora el TC para el caso de Keiko Fujimori: 1) que la fiscalía jamás probó la obstrucción a la justicia; 2) tampoco el peligro de fuga; 3) y menos corroboró los elementos de convicción sobre la culpa. Los tribunos que optaron por favorecer a los Humala –recordemos, además, que Ollanta y Nadine ejercían funciones públicas mientras recibían sobornos- fueron Eloy Espinosa-Saldaña, Ernesto Blume, Carlos Ramos y Manuel Miranda; votaron en contra José Luis Sardón, Marianela Ledesma y Augusto Ferrero. Y los tribunos que resolvieron excarcelar a Fujimori –que nunca ha ejercido cargo alguno en el Poder Ejecutivo- fueron Blume, Ramos, Sardón y Ferrero. En contra se pronunciaron Espinosa-Saldaña, Miranda y Ledesma. Vale decir, Ernesto Blume y Carlos Ramos son los únicos tribunos que han votado a favor de eliminar la prisión preventiva tanto de los Humala como de Fujimori, mientras Marianela Ledesma es la única magistrada que ha votado en contra de suprimir la prisión preventiva de ambos. Resumiendo, sólo tres tribunos han tenido coherencia en ambos procesos: Blume, Ramos y Ledesma; los otros cuatro votaron contradictoriamente.
Apostilla. Siendo los fundamentos de ambas sentencias prácticamente los mismos, el veredicto que permitió a los Humala continuar sus procesos en libertad no levantó la milésima parte de protestas mediáticas que han aparecido contra el fallo que permite a Keiko proseguir sus juicios en libertad. La explicación es sencillísima. Los Humala son rojos. Y a los socialistas les está permitido hacer lo que les venga en gana porque “personifican a los pobres y encarnan la moralidad”. Mientras tanto Keiko Fujimori representa a la derecha. Además su padre tuvo la osadía de enfrentarse a la izquierda combatiendo al terrorismo. Y encima, violó los derechos humanos de esos luchadores sociales mal llamados senderistas, según determina la sentencia de aquella Inquisión contemporánea llamada Comisión de la Verdad. Y es precisamente a partir de la CVR que los socialistas han construido todo un evangelio de odio y revanchismo contra los peruanos que plantaran cara al marxismo, confrontaran al terrorismo -entenado de la izquierda- y encararan vehementemente a ese credo homicida instituido por genocidas como Lenin, Mao, Stalin, Castro.