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La inquina y el estercolero

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Fecha Publicación: 18/04/2019 - 21:00
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Inquina: aversión, odio, maldad, espanto, acoso y derribo hacia el estiércol.

La envidia es un sentimiento primario, la inquina es una actitud elaborada. Yo no quiero para mí lo que tú tienes, pero deseo asegurarme de que tú no lo seguirás teniendo.

La envidia puede implicar codicia del bien ajeno, la inquina sólo desprecio y avasallamiento. El que te envidia quiere despojarte, el que te inquina quiere destruirte.

La inquina procede del verbo latín "inquinare". Contiene un prefijo intensivo -in-  pudiendo el quinare proceder de “cunire”, que es la producción del estiércol.

Según Santo Tomás de Aquino, los Pecados Capitales pueden dar origen a otros. Entonces la inquina requiere, en mi concepto, del desarrollo de tres Pecados Capitales como fuente: la ira, la soberbia y la envidia.

Sí, la inquina es una vil fábrica destructiva que requiere de materias primas e insumos muy elaborados. Se dedica a la producción del estiércol y se retroalimenta a sí misma. Su producto vuelve a ser insumo.

Mi cultivado y docto hermano Julio César, cuando estaba en la tierra, me advertía de la inquina. Me habló tanto de ella, que siempre cuido alejarme de ese estercolero.

Así, me siento limpio, cristiano, humano, cultivando siempre la fragancia del buen amor al prójimo y el perfume mejor elaborado, para la humanidad.

GUSTAVO PACHECO VILLAR