ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

La izquierda siempre destruye

Imagen
Fecha Publicación: 31/05/2021 - 00:25
Escucha esta nota

Cada vez que ha gobernado la izquierda ha producido crisis socioeconómicas. En consecuencia, malestar y pobreza en la sociedad. No, no es un estribillo. Es la verdad histórica. La razón es sencilla. La izquierda local no ha sabido ni querido cambiar, tras la implosión de la ex URSS, madre de todos los socialismos. Siguen a tope su dogma estalinista, su entraña violenta, sus complejos y resentimientos sociales, su violencia política y su enfermizo populismo. De allí no la saca nada ni nadie. Pero esa tara no es patrimonio de la zurda peruana sino de la sudamericana, manejada ideológicamente por Cuba e impulsada financieramente por Venezuela. Repasemos la historia. El golpe socialista de Velasco Alvarado estuvo inspirado en unos asesinos cubanos, barbudos, convertidos en ídolos por todos los rojos peruanos; tanto aquellos de salón como de callejón. Ambos se declararon admiradores de un terrorista auto titulado guerrillero, de nombre Fidel Castro. ¡Pero el golpe velasquista quebraría al Perú! Lo hizo primero con una reforma agraria que arrasó con la exitosa agricultura que tuvo el país. Asimismo, estatizó la prensa y la minería. Además, comunizó las empresas industriales, fuera de otros atentados que acabaron ahogando el Estado. El Perú terminó económicamente arruinado, víctima de una terrible hiperinflación y devaluación monetaria. Y asimismo, socialmente ensangrentado por el terrorismo que incubaran las medidas velasquistas. Contra aquel desastre se enfrentó Fujimori. Después Toledo consolidaría los logros de estabilidad económica, producto del crecimiento de la inversión privada y la paz social que heredó de Fujimori. Finalmente Alan García multiplicó aquel portentoso desarrollo que dejó Toledo, reduciendo la pobreza a más de la mitad y situando al Perú como un país estrella ante la comunidad internacional. Hasta que la izquierda retornó al poder con Humala. Fue de la mano de esa mafia izquierdista internacional que entablara una campaña mundial de desprestigio contra la derecha peruana, a la cual presentaba como criminal y corrompida. Claro, tan corrupta como Ollanta y como Nadine Humala; o Susana Villarán, el viejo ícono izquierdista investigado por mega corrupción. Humala sembró los explosivos que volarían en pedazos nuestra economía. Segundo fracaso izquierdista. Luego candidatearía PPK, entregado a la izquierda para entrar al poder a encubrir sus corruptelas con Odebrecht. Después vendrían Vizcarra y Sagasti, par de izquierdistas incompetentes, corresponsables de la muerte de 200,000 peruanos por ignorar el reclamo de la oposición que demandaba pruebas moleculares, plantas de oxígeno, respiradores, camas UCI, vacunas, etc. Pero Vizcarra y Sagasti, igualmente socialistas ambos, son culpables de la quiebra socioeconómica y política en que se encuentra el Perú. En consecuencia, otra vez la izquierda local se corona como artífice de una nueva crisis nacional de proporciones aún desconocidas; aunque sus efectos ya se perciben muy tóxicos. Por cierto, ese carácter destructivo de la izquierda no se limita a la peruana. En Venezuela, país intrínsecamente más rico que Perú, campean la miseria, hambruna y desesperación.
Ahora el corrosivo izquierdismo comunista/senderista/chavista peruano, promocionado por Cuba y Venezuela, candidatea para “salvarnos” de tantas crisis sembradas por sus camaradas. ¿Le cree usted, amable lector?