La izquierda sin principios
La prensa de izquierdas suena mucho, dice poco y miente demasiado. Concentra todo su espacio en destripar al enemigo de turno -algún exitoso personaje o acaso un expectante movimiento de centro o de derecha- presentándose como lo que ellos son: manipuladores, corruptos, aprovechadores, enemigos de la verdad y pervertidos por antonomasia.
En el caso peruano, la prensa de izquierdas es la culpable del surgimiento de gente política, moral y formativamente despreciable, ¡Como Castillo y su organización criminal y golpista! Odia cerrilmente a todo lo que se mueva contra el statu quo de aquella izquierda distinguida, elegante, gentil, atractiva, desprendida frente a la propiedad ajena, y avara con lo propio, etc. Concretamente, los caviares, Esto la ha llevado a ponerse de lado del extremismo rojo, con tal de formar parte del poder. Consciente, además, de que la derecha actual mantiene principios universalmente vertebrales que los defiende con argumentos incuestionables; mientras que globalmente la izquierda continúa perdiendo vertiginosamente sus valores originarios, a tal extremo que la zurda contemporánea no defiende principios, sino intereses.
Hermann Tertsch es un periodista, escritor y político español, perteneciente al partido de derechas Vox, que hoy ejerce el cargo de eurodiputado. Tertsch mira con interés, pero sobre todo con estupor y preocupación, la catástrofe que está soportando el Perú. En los últimos tiempos visita frecuentemente Lima, tomándole el pulso de cerca al Perú para no guiarse por las distorsiones que exportan corresponsales sesgados de la prensa de izquierdas en todo el planeta, y caer en ese lugar común en que se sitúa el periodismo zurdo. Periodismo agobiado por su falta de lectoría, desinterés y hasta desdén de las nuevas generaciones hacia la prensa escrita en particular -y la televisiva y radial en general- que busca hacerse atractivo vistiéndose de rojo. Lo que como comprenderá, amable lector, está muy de moda en los círculos populares, gracias a que las izquierdas de ahora amoldan absolutamente sus principios a lo que quiera la gente. Muy especialmente, a lo que quieren las juventudes: valores cero; compromiso cero; sacrificio cero; esfuerzo cero; relajo absoluto y juerga permanente.
Durante su reciente estadía en el Perú, Tertsch sentó cátedra sobre las coordinaciones del Foro de Sao Paulo para “en su intento por consumar el golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, que intenta incorporar al Perú en una comunidad de regímenes que siguen la estela y mando de Cuba y Venezuela (…) Hay peligros muy graves, y en toda la región hemos visto casos extremos de injerencias masivas, por supuesto”.
E hizo gala de su profundo conocimiento de las cosas, al tiempo de analizar la carta abierta que recientemente envió un grupo de parlamentarios de diferentes naciones iberoamericanas y europeas al aún secretario general de OEA, Luis Almagro.
Apostilla. Evidentemente, las izquierdas -y la llamada “gran prensa”- le dieron escasísima difusión a aquella filípica que le enviaron a la OEA parlamentarios de diferentes naciones iberoamericanas y europeas, jalándole las orejas al zamarro Luis Almagro, secretario de dicho organismo, ahora sumamente desprestigiado tras haber sido secuestrado por las izquierdas latinoamericanas.
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