La izquierda siniestra no logrará hundirnos

El Perú está lleno de enemigos internos que solo sacan ventaja del país de la peor manera. Resulta insoportable el abuso y la agenda propia de ciertos personajes a los que les hemos permitido que acaparen el escenario político. Sí, nuestra falta de compromiso, nuestra ausencia del concepto de nación, nuestra cobardía y una mal entendida resiliencia han permitido que hoy nos gobiernen delincuentes. Igual como seguimos permitiendo que un puñado de costosísimos fiscales le desgracien la vida y la salud a peruanos honestos, que actuaron en absoluta buena fe. Nos hemos acostumbrado a querer al Perú en su caos y a aceptar las injusticias, simplemente a conformarnos; hemos dejado de pensar en el mañana y en las futuras generaciones. Un país lo hace su gente y si los ciudadanos honestos no hacemos causa común, jamás veremos la luz al final del túnel.
Hay cinco proyectos para ampliar la vigencia del REINFO, promovidos por un trío de joyitas: Luna Gálvez, investigado por delitos vinculados a la inscripción de su partido Podemos Perú y socio del grupo castillista de la izquierda, el marxista Guido Bellido y el cuestionado Darwin Espinoza. El REINFO se ha convertido en la mejor aliada de la minería ilegal. Tanto los mineros que completan el proceso como aquellos que lo dejan inconcluso están exentos de responsabilidad penal por sus delitos. Este sistema de formalización está destinado a encubrir y proteger actividades ilícitas que han crecido exponencialmente. El ministro Mucho guarda conveniente silencio, luego de haber sido acusado de aupar a los mineros de La Rinconada y de demorar una eternidad para llevar al Congreso el PL de la Pequeña Minería y Minería Artesanal –MAPE.
Demasiadas ONG viven de atacar a la minería moderna –aquella que mitiga todos sus eventuales impactos ambientales y recicla el 99% del agua–, pero la Red Muqui es quizás la más nefasta. Tiene 21 años operando en 11 regiones del Perú. Se describen a sí mismos como una red de organizaciones que defienden y promueven los derechos de las comunidades y poblaciones afectadas por la minería en el Perú. La más absoluta hipocresía. Su propósito es erradicar la minería formal, pero no dicen una sola palabra de las 25 millones de hectáreas devastadas por la minería ilegal. Si su verdadero objetivo fuese proteger el medio ambiente y la calidad de vida de las comunidades, harían una lucha frontal contra todas las actividades clandestinas en Madre de Dios, Pataz o Puno, pero prefieren levantar la voz para destruir valor. Hoy las cifras y el crecimiento exponencial de la minería ilegal son alarmantes.
Red Muqui tiene dinero, donado por diversas entidades del exterior, básicamente inglesas y alemanas. Absolutamente paradójico que estos países, que sufren con la inmigración de gente sin nada, culturalmente distinta, en búsqueda de trabajo y bienestar, financien a organizaciones de izquierda que lo único que hacen es empobrecer países hasta la miseria, para que sus ciudadanos desesperados emprendan estas hégiras canallas. La izquierda es la gran culpable del sufrido destierro de millones de personas buscando un futuro mejor. Estas ONG europeas, en el fondo, nos consideran un país de tercera categoría y piensan que, entregando migajas a la izquierda latinoamericana, podrán calmar sus conciencias.
Tía María tiene que salir y demostrar que la convivencia agricultura-minería es perfectamente posible. Chile lo ha logrado. Copiapó es el centro de varios proyectos de oro y cobre, vecinos a un valle donde se cultivan 3000 hectáreas de olivo y 1500 hectáreas de uva, sin ningún conflicto respecto del uso del agua o posible contaminación. Confío en que Southern Perú seguirá luchando para hacerlo realidad. Es un proyecto emblemático que generará un valioso precedente.

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