ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

La jungla del lagarto

Imagen
Fecha Publicación: 13/07/2021 - 20:00
Escucha esta nota

El respeto en nuestro país es una palabra que sólo existe en el diccionario. Pareciera que vivimos en una jungla dominada por la ley del lagarto, que no respeta nada y abusa harto.
Todo lo vivido parece una película de intrigas, suspenso y terror, elaborada con base en un meticuloso guion que considera hasta el más mínimo detalle y que al verla realizada es fácil darse cuenta que no ha dejado espacio para la improvisación.
El casting para seleccionar a los actores ha sido inobjetable. Los participantes fueron grabados, sin siquiera darse cuenta. Unos para obligarlos a renunciar al papel que venían desempeñando. Otros para asignarles, contra su voluntad, roles importantes a los que no se pudieron negar en mérito a lo que hacían o decían en las grabaciones.
El lagarto, sin escrúpulos, ambicionaba tener el poder total en sus manos. Su primer objetivo fue tomar el control de la justicia, eligiendo bien a los que acusan y mejor a los que sentencian. Así disminuía el riesgo que un “mal” fiscal lo investigara o un buen juez lo sentenciara. Con ellos de su lado pudo perseguir a sus adversarios, acusarlos y hasta encarcelarlos. Para fortalecer su poder se encargó de crear un nuevo organismo de justicia que nombrara jueces amigos o se deshiciera de jueces incómodos.
El lagarto tiene ego elefantiásico, le gusta brillar, por ello convocó a los mejores de su jungla para destacar lo poco que hizo, santificar a sus amigos y demonizar al Congreso como “obstruccionista” que, en su rol fiscalizador, no lo dejaba “trabajar”.
La pugna con el Congreso era un tema de supervivencia. El lagarto tomó la decisión de cerrar el Congreso y convocar a nuevas elecciones congresales, justo cuando sus legisladores decidieron reemplazar a los miembros de Tribunal Constitucional con mandato vencido. Esto habría cambiado, como sucede ahora, la conveniente composición a su favor que heredaron del gobierno humalista.
Un nuevo congreso y la popularidad lograda en pandemia ilusionaron al lagarto con ser reelegido o poner sucesor, por lo que se propuso influir en la designación de los miembros de los organismos electorales. Lo que nunca imaginó fue que su Congreso decidiera vacarlo por incapacidad moral e impedirle ahora asumir como congresista.
Pero el poder del lagarto en esta jungla sigue intacto. Una muestra es su influencia en este gobierno caviar, que le juega sucio a Keiko Fujimori para impedirle ganar, tiene grabado a Cerrón y empapela a Dina para separarlos del candidato que quiere proclamar. Sueñan con seguir gobernando, esta vez detrás de Pedro.
Al lagarto y sus socios caviares no les conviene que se cambie el Tribunal Constitucional. Les preocupa que se revisen sus inconstitucionales abusos. Harán uso de todo su poder para impedirlo.

Para más información, adquiere nuestra versión impresa o suscríbete a nuestra versión digital AQUÍ.

Puedes encontrar más contenido como este siguiéndonos en nuestras redes sociales de Facebook, Twitter Instagram.