La libertad como derecho
La libertad ha sido un criterio fundamental en la formulación de los derechos humanos y en la búsqueda de la paz social. Varios estados han elevado este valor a la categoría de derecho fundamental, merecedor de protección y respeto.
En la antigua Grecia, los filósofos exploraron la noción de libertad. En el “Diálogo de las Leyes” (Platón, 360 a. C.), se destacó la importancia de la libertad en un orden social armonioso. Este enfoque estaba intrínsecamente vinculado a la obediencia de las leyes justas y de lo establecido por las autoridades. Se generaba así un equilibrio entre la autonomía individual y el respeto de los derechos de los demás reconocidos en las normas.
Aristóteles, discípulo de esta concepción, en “Ética a Nicómaco” (350 a.C.), proporcionó una perspectiva mejorada al conectar la libertad con la excelencia moral. Propuso que solo aquellos capaces de autogobernarse son verdaderamente libres, un concepto que hoy conocemos como autonomía de la voluntad.
En la era de la Ilustración, las ideas sobre la libertad fueron nuevamente abordadas en el contexto del pensamiento crítico. En el “Ensayo sobre el Gobierno Civil” (Locke, 1690), surge una concepción liberal donde se concluye que la libertad, como derecho natural, precede a la sociedad, y las autoridades existen para reconocerla y preservarla.
Avanzamos en el tiempo y encontramos una visión más colectiva en “El Contrato Social” (Rousseau, 1762). Se postula que la libertad solo puede lograrse mediante la participación en la formulación y creación de leyes por parte de un gobierno que refleje la voluntad general.
La Revolución Francesa proclamó la libertad como su lema. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) afirmó que la libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudique a otro, reflejando la visión del utilitarismo encabezado por Jeremy Bentham.
En el siglo pasado, “Dos Conceptos de Libertad” (Berlin, 1958) introdujo la libertad negativa (ausencia de interferencia) y la libertad positiva (capacidad para actuar). Nuevamente, se destaca la autonomía de la voluntad.
En la actualidad, apreciamos la contribución de Martha Nussbaum, quien, basándose en John Rawls, destaca que la libertad va más allá de la simple ausencia de restricciones en la acción. Es también la posibilidad de llevar una vida plena.
La Constitución peruana vigente (1993) aborda el derecho a la libertad en múltiples aspectos, como desarrollo, conciencia, religión, información, opinión, expresión, difusión, creación, tránsito, entre otros, que permiten elegir cómo actuar y ser responsable de ello. La autonomía de la voluntad se manifiesta en todo su esplendor.
En conclusión, somos seres libres, y esta libertad se manifiesta a través de la historia como un derecho fundamental. Mantengámonos siempre conscientes de esta valiosa herencia y ejerzámosla con responsabilidad. ¡Seámoslo siempre!
Abogado, docente universitario, consultor legal
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.