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La máquina de empleos
Rafael López Aliaga es el nuevo alcalde de Lima, para gusto de unos y molestia de otros. En solo unos días, el líder de Renovación Popular ha sacudido a sus detractores con sus venideras acciones como burgomaestre. Una de esas disgustadas ciudadanas es la congresista Sigrid Bazán, quien no está muy contenta con el recorte de personal dentro de la MML.
López Aliaga anunció que, en los cuatro años de la gestión anterior, solo en la Municipalidad de Lima se ha gastado en exceso más de S/ 350 millones en contratar mayor personal. Es por ello que cerca de 500 personas van a dejar de beneficiarse indebidamente del dinero municipal. Pero Sigrid no lo ve así. Para ella, quien evidentemente no tiene un conocimiento administrativo o empresarial, la plata siempre sobra y solo hay que velar por los colaboradores de una empresa, indiferentemente de si esto lleva a la quiebra o no de la misma. Para ella es injusto que se despida a estas personas porque el aparato estatal es una máquina de empleos.
El sector público es la mejor máquina de empleos porque, a diferencia del privado, no puede quebrar. No es sorpresa que por eso siempre veamos a todo el zurderío arder cuando se busca la privatización de Petroperú u otras empresas fracasadas del Estado. Y la razón es muy sencilla: poder.
Mientras más gente afín a ellos esté trabajando en el gobierno, habrá más personas necesitadas de seguir apoyando su causa política. Yo te empleo y tú haces que tu gente vote por mí. Negocio redondo. Crear empleo no es, tampoco, tan sencillo. Se tiene que justificar el ensanchamiento del Estado. ¿Cuál es la mejor razón? Creando una necesidad que necesite ser satisfecha. Pero antes se debe hacerle creer al ciudadano que el sistema es fallido y que en nombre de la “justicia social” él es acreedor de beneficios que serán recolectados de aquellos que sí se han “beneficiado injustamente” de este “macabro sistema”. Pero para esto necesitamos un “ente justiciero”. Ahí es donde el político de izquierda asume airoso este rol.
Lamentablemente, para ese elector, el único que se beneficia es el político. Quien seguirá insistiendo en que es el sistema que les impide pagar esa “deuda social”. Que es la derecha y la oligarquía y Fujimori y los monopolios y la constitución del 93 y otros fantasmas que impiden su proyecto de “Patria Grande” donde todos somos iguales en riqueza.
En parte no se equivocan. La llamada “Patria Grande” del proyecto castrochavista ha logrado tener una sociedad más igualitaria. Pero hacia abajo. 9 de cada 10 venezolanos viven en pobreza. Conclusión: menos Estado y más mercado.