La mentira pesa más que la verdad
Muchas vidas se han construido con base en la mentira como si fuese verdad, este estilo de vida equivocado ha supervivido de generación en generación, viene a ser un soporte de la existencia por temor a ser descubiertos lo que en esencia son realmente, personas acomplejadas, que viven de la apariencia para sentirse aceptadas, caso contrario, se perciben discriminadas, poco valor en sus vidas, incapaces de desnudarse a sí mismos, les asalta el miedo de ser descubiertos, en todo orden de cosas.
Una de las formas de conocer realmente a su pareja es saber cómo vive, el dormitorio, la cocina y el baño, aparentemente les parecerá gracioso, pero en esencia, las personas en esos ambientes descritos, se comportan como son, sin aparentar absolutamente nada, donde aflora el verdadero “yo”, sus costumbres, hábitos, manera de actuar, si son personas limpias, sucias, desordenadas, ordenadas, que desean tener las cosas bien o no les interesa y describe a las personas como van a ser el día que formen un hogar, y no se sorprendan el día de mañana, que no sabían que eran así, por lo tanto, es importantísimo que las parejas se conozcan realmente como son, corrigiendo las cosas que hay que corregir para una buena convivencia humana.
Muchas veces, por los celos, dicen mentiras como si fuesen verdades. Recuerdo el caso de una madre que denunció que el padre había violado a su hija y el juez decretó su detención, en mérito del certificado médico legal, que arrojó que la menor había sido desflorada, pero cuando se dispone que se le practique otro reconocimiento médico legal, dio como resultado que la menor agraviada no había sido agredida sexualmente, sino presentaba una muesca en el himen, que aparentemente era compatible con una desfloración, en el debate pericial los galenos llegaron a la conclusión de que la menor no estaba desflorada; y se dispuso la ampliación de la declaración de la madre de la agraviada, que se retractó de la sindicación al imputado y confesó que lo hizo por temor a que la dejara por otra mujer, disponiéndose la inmediata libertad del sujeto. Este es un caso, como existe muchos otros, que la mentira aparentemente es una verdad, por eso cada caso hay que investigarlo exhaustivamente para no incurrir en el error judicial, que trae graves consecuencias a la libertad de la persona.
Conozco el caso de una persona que mantenía relaciones amorosas con una joven, que la pidió en matrimonio, identificándose como un próspero empresario, accionista de varias empresas, socio de algunos clubes, jugador de bolsa, la familia comenzó a sospechar del comportamiento del novio, lo investigaron, a raíz de que le había solicitado a la novia un préstamo de dinero, descubriendo que este sujeto no tenía ningún título, ni cargo, ni era socio de ningún club, menos jugador de bolsa, que había recibido una herencia pero se encontraba al debe, pretendiendo unirse en matrimonio para vivir a expensas de la novia, que poseía solvencia económica; gracias a Dios, que se descubrió a este bribón, porque al futuro suegro lo estaba endulzando para formar parte de las empresas que el suegro era dueño.
Por eso, ese es el perfil de los estafadores, viven mucho de la mentira como si fuese verdad, hay que espulgarlos bien, se presentan como personas atentas, educadas, serviciales, prestos a solucionar cualquier dificultad, dan la apariencia de auto suficiencia, al punto que los cautivos forman una relación de dependencia, que todo les creen, lo que dicen y hacen, engatusando a las personas, y al momento menos pensado estos bribones se han llenado de plata los bolsillos a causa de las personas, que actúan de buena fe.
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