La migración descontrolada e ilegal ha proliferado el VIH/sida en el Perú

Una migración descontrolada e ilegal influye directamente en la propagación de cualquier virus. Desde 1983, en que se detectó el primer caso de VIH en el Perú, hasta el año 2017, nuestra patria cerró esos 43 años con cerca de 70 mil casos de VIH/SIDA confirmados. Pero desde ese mismo año 2017 hasta junio del 2024, nuestra patria llegó a más de 177 200 casos de VIH/SIDA. En solo seis años, la cifra de infectados con el mortal virus del VIH/SIDA se ha incrementado en más del 140%. Cualquier cálculo matemático nos llevará a una de las conclusiones: una migración descontrolada e ilegal nunca trae nada bueno para el país al que invaden.
Cuando analizamos los datos y estadísticas sobre el incremento alarmante de casos de VIH/SIDA en nuestro país en los últimos seis o siete años, hemos permitido que nuestra patria haya sido infectada con VIH en 141% y SIDA en 99%. Señores: esto no es algo para subestimar y mucho menos dejar fuera del debate sobre la protección que no existe en las fronteras de nuestra patria. En los últimos cinco años, desde 2020 a marzo de 2025, Venezuela ha experimentado un aumento notable en los casos de VIH/SIDA. Hablamos de un 20% y un 30% respecto a los años 2015 hasta 2019. Datos de ONUSIDA indican que en 2019, alrededor de 120 000 personas vivían con VIH en el país caribeño ¡Pero! Esta cifra, sorpresivamente, bajó a 92 mil en 2022.
Hay dos aspectos políticos y sociales que logran explicar esa sorpresiva disminución: la migración masiva, descontrolada e ilegal, con más de 7,7 millones de ciudadanos venezolanos que abandonaron su patria escapando de la miseria y el fracaso, y junto con ellos, miles y miles de enfermos de VIH, además de la escasez de pruebas diagnósticas y la caída en la cobertura de tratamiento antirretroviral, que terminó por enviar a sus infectados a otros países.
En conclusión, el VIH y el SIDA en Venezuela han crecido en los últimos cinco años. Miles de ellos van a otros países para saturar el sistema de salud mediocre que tenemos, y generar mayor gasto y desperdicio de dinero de los impuestos pagados por los peruanos. ¿Por qué nuestra plata sirve para pagar el tratamiento de un enfermo extranjero de VIH/SIDA en nuestro país? ¿Por qué permitieron que estas personas ingresen a nuestro país y se conviertan en una carga para el Estado? ¿En qué contribuyen estas personas a nuestra economía y desarrollo? En nada. La respuesta es evidente.
Perú tiene una tasa de 0,4% de contagio en VIH, esto solo en la población de 15 a 49 años. En Venezuela, esta cifra asciende a más de 0,7%, con una población menor a la nuestra. Por otro lado, esta es la primera vez en más de 30 años que vemos con real preocupación la proliferación de este virus y nuestra juventud no es muy responsable. La pregunta que se desprende del análisis hecho es: ¿por qué seguimos con las fronteras abiertas?

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