La normalización de lo criminal

Mirar lo que sucede en otros países nos puede ayudar a vislumbrar nuestro futuro, cual bola de cristal. Sobre todo, en países como EEUU y los occidentales de Europa. La diferencia, por supuesto, está en que mientras allá resolvieron las problemáticas económicas, en menor o mayor medida, durante el siglo XX gracias al capitalismo y hoy están buscando soluciones a necesidades específicas, acá seguimos escapando de la nomenclatura tercermundista y, aun así, el progresismo trae a la mesa problemas de países más avanzados.

Esta semana vi un video que me causó muchísima indignación. En EEUU una sexóloga y terapeuta licenciada (equivalente a psicóloga acá) que trabaja para el Estado de Pensilvania, subió un video hablando de los “minor attracted person”, es decir personas que se sienten atraídas por menores de edad. En cristiano le decimos de otra manera: pedófilos.

En el video que se hizo viral, y ha causado indignación de medios y de usuarios, la señora de nombre Miranda Galbreath, empieza anunciando cuáles son sus pronombres. Esto ya nos da un vistazo acerca de la confusión ideológica que debe haber en su perturbada mente. Luego pasa a referirse a este grupo de personas, cuya abreviatura es MAPs (por las siglas en inglés) y sugiere que debemos dejar de criminalizarlos y de llamarlos pedófilos porque es un término muy peyorativo para este sector tan marginalizado de la población. ¡Pobrecitos! Ellos solo quieren meterse con niños.

En pocas palabras, esta progre nos está diciendo que los pedófilos son personas como tú y yo que solo quieren expresarse y que están siendo injustamente excluidos de la sociedad por sus “preferencias sexuales”. Ojo que, lamentablemente, este no es un caso aislado. ¡Esta es una comunidad que existe! Y exigen ser reconocidos como tal.
Debo mencionar que seguramente esta señora no representa a todo el progresismo global; sin embargo, sí representa un comportamiento que desde hace una década se hace más popular. La normalización de comportamientos enfermizos bajo el paraguas de la inclusión y de la opresión.

Primero se convierten en oprimidos, luego aprovechan la cultura para ser representados como víctimas de la sociedad, una sociedad “machista”, “católica”, “capitalista”. Finalmente viene la exigencia del reconocimiento: es decir de derechos y de privilegios por encima de los demás, y si no se los das, eres un discriminador.

El progreso puede ser entendido como los avances colectivos que permiten el desarrollo continuo, gradual y generalizado de una sociedad en los aspectos económico, social, moral, científico, cultural. Los progres confunden progreso con novedad.

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