La nueva diplomacia Latinoamérica
Cuando culmine su infame gobierno, el dictador Maduro será procesado en la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad (torturas, asesinatos, encarcelamiento de opositores y privación de alimentos y medicinas a la población ), por la catástrofe humanitaria que ha obligado a exiliarse a millones de personas, pero también deberá afrontar procesos judiciales por corrupción.
Quemar camiones con donativos, condecorar a policías autores de ese delito y luego aparecer en medios de prensa bailando para conmemorar su maldad, no diferencia a Maduro de sátrapas africanos como Idi Amin Dada o Bokassa. Son, como diría su mentor Hugo Chávez, caimanes del mismo pozo, con la diferencia que el latinoamericano lapidó 980 mil millones de dólares de ingresos petroleros, provocando que 86% de sus compatriotas se encuentren en la pobreza.
Las perversidades del Chavismo están llegando a su fin gracias a la heroica batalla democrática de los venezolanos y a la movilización internacional para impedir más actos de barbarie.
Las cancillerías del hemisferio, en efecto, abandonaron su laxitud burocrática, la seráfica indiferencia ante un régimen que violenta pactos supranacionales y principios que deben respetar, así como el silencio al amparo del principio de no intervención, que convertía a la diplomacia en sinónimo de complicidad.
Ahora la diplomacia democrática ha constituido un frente para sacar a Maduro del poder, en alianza con países europeos, grupo al que se ha sumado el Reino de Marruecos, Japón e Israel.
El régimen dictatorial fue expulsado del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay); UNASUR (doce países, entre ellos Perú) ha sido desactivado y desalojado de su local en Quito; la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (32 países, entre ellos Perú) cerró sus puertas, el famoso ALBA se encuentra a punto de cerrar por falta de fondos y el embajador chavista no es reconocido en la OEA. Es decir, los organismos creados por el chavismo o aquellos donde participaron activamente están en liquidación, siguiendo la misma ruta que el gobierno mal llamado bolivariano.