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La OEA da golpe al Perú

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Fecha Publicación: 20/10/2022 - 22:40
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En el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos OEA y en sesión extraordinaria celebrada el 20 de octubre de 2022, este organismo aprobó por aclamación respaldar a Pedro Castillo y su gobierno frente a un pretendido golpe de Estado en cierne. Castillo alegó que un contubernio entre la fiscalía, el poder judicial, los medios de prensa y el Congreso lo quieren defenestrar de su cargo. El sentido común tendría que haber puesto sobre aviso a los países miembros de la OEA que es más probable que tengan razón todas las instituciones del Estado concernidas en la denuncia de Castillo, que el propio Castillo haciéndose la víctima de todos los poderes independientes y autónomos del Estado. Lo cierto es que Castillo omitió cuando invocó la Carta Democrática que tiene seis carpetas fiscales por graves delitos comunes y que la mayoría de su entorno político entre ministros, secretario de la presidencia y parientes están prófugos o presos, confesando que Castillo es el cabecilla de una organización criminal con varios brazos en el Estado. La OEA pide “diálogo” y enviará a una misión de información al Perú. Pero lo que la OEA pide en realidad es que las fuerzas democráticas dialoguen con un presunto delincuente denunciado al Congreso por la fiscal de la Nación. Y no sólo eso. También exige entre líneas que Castillo quede impune porque asume que las actividades de la fiscalía y del Congreso son nada menos que un golpe de Estado. En ese sentido la OEA aboga por la impunidad absoluta de Castillo, otorgándole, además, un estatus de perseguido político que, si la cosa se pone fea en el Perú para él, pueda buscar asilo en alguna embajada y fugar del país muy suelto de huesos con su pandilla. La reacción del Congreso debe ser la de la máxima sanción política contra los involucrados. El primero que debe pagar es el ministro de Relaciones Exteriores, un mentiroso pertinaz que no tuvo empacho en verle la cara al mismo Papa. Hoy no sólo debe ser interpelado, sino luego censurado antes de que venga la misión de la OEA al Perú. También los organismos representantes de la prensa peruana deben reunirse con esta misión para poner en conocimiento de la OEA las constantes amenazas de Castillo y sus adláteres contra la libertad de expresión, cuya primera víctima ha sido la radio opositora PBO allanada por matones adictos al régimen. El golpe de la OEA al Perú debe ser desmantelado con razones suficientes, que las hay, denunciando cualquier intromisión ideológica de países como Argentina, Bolivia y Colombia que ya adelantaron opinión sobre el caso peruano. La OEA debe irse del Perú con el rabo entre las piernas.

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