La ojeriza al servicio educativo privado

Por Edistio Cámere

En su página web, Educación al futuro presenta un artículo titulado Costo y segmentación de la educación privada, en el cual pone en evidencia que del total [3,773] de centros educativos de básica regular que existen en Lima Metropolitana, el 58% cobra hasta S/ 301.00 mensualmente, mientras que el 4% cobra a partir de mil soles por mes. En el campo de la educación pública, el INEI [2019] da cuenta que el Estado gastó como promedio por alumno [inicial, primaria y secundaria] la suma de S/ 369.00 mensuales. No me atrevería a afirmar si ese monto comprende otros conceptos que complementan la enseñanza. Lo que sí me animo a aseverar es que con respecto a la educación privada, el Minedu utiliza como pretexto el sambenito del lucro y la calidad para ahogar –con sus normas y bulos– el pluralismo y la libertad de enseñanza.

Seguramente, si se extiende el análisis a nivel nacional, el porcentaje de centros educativos que cobra menos de 300 soles superaría el 62%; entonces, ¿por qué persistir con reducir y cancelar a la escuela privada sobre la base de lo económico? Por un lado, se la conmina a no subir las pensiones; de otro, se le exige que mejore sus servicios… para lo cual se tiene que invertir. Además, el Minedu olvida que sus colegios de alto rendimiento [COAR] tienen éxito porque cabalgan por las mismas praderas de estilos y métodos que los colegios particulares y gozan de presupuestos mayores y eficientes en su desembolso. En esta misma línea, las familias que eligen un centro educativo de bajo coste siguen contribuyendo con la escuela pública a través del pago de sus impuestos directos o indirectos.

Otro gran bastón del que se coge el Minedu es el tema de la calidad, tratando de minimizar y dividir a la escuela privada. Sin duda, en todos los sectores de la sociedad, se encuentran profesionales buenos y mediocres; este hecho no puede conducir a trabar o eliminar a todos aquellos que procuran actuar con eficiencia. ¿Qué criterios de calidad ha logrado el Minedu en sus escuelas y que puedan servir de guías a las escuelas privadas? ¿Por qué cuando se habla de calidad solo se mira a los centros no estatales? Y, ¿qué de los públicos? ¿Acaso no es más importante atender con eficacia al 75% de los alumnos de todo el Perú: responsabilidad directa del Minedu? O ¿será que el motor de toda acción o norma emanada por ese ente gubernamental busque solamente réditos políticos?

Con la pandemia se ha consolidado el concepto de que la educación es más que instrucción. Prueba a canto: el reclamo de los expertos, de los prácticos y del sentido común para el retorno a las escuelas. El niño es más que un recipiente que almacena información y conocimientos… tiene que socializar, convivir, conversar, empatizar, pensar con otros y participar de una cultura. Cada colegio tiene un estilo y visión como los tiene cada familia: esto no le gusta al Minedu.

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