La prensa y el sector educación en el Perú
Un tema tabú para los medios de comunicación es la relación que existe entre los gobiernos de turno y el sector educación. No me refiero a la obligación natural que tienen los medios de contribuir a la educación nacional. No. Aludo a la vinculación que ha existido en las últimas dos décadas entre el poder vigente y la forma en que los medios orientan las informaciones sobre la educación en el país.
Durante el gobierno de Ollanta Humala, el Ministerio de Educación destinó decenas de millones de soles a la publicidad estatal en el sector. El Perú no vivía en prosperidad, entonces teníamos los mismos problemas que hoy. Pero el grupo mediático más poderoso del país recibió la tajada mayor de esa torta publicitaria y el ministro responsable se convirtió en el tótem del statu quo.
¿Mejoró la educación peruana con ese gasto? No.
Menciono el gobierno de Humala porque comparativamente otros gobiernos anteriores destinaron cantidades menores para la publicidad. Fue algo inusual. Coincidentemente, un parlamentario y exministro del humalismo fue el que emprendió la denominada “reforma universitaria” que se centraba en la evaluación y licenciamiento de las universidades públicas y privadas.
¿Cuál fue el resultado? Los involucrados en la seudorreforma formaron un partido político, promovieron una fracasada candidatura presidencial y acabaron en puestos de poder del Ministerio de Educación, el Consejo Nacional de Educación (CNE) y la recién creada Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
En los últimos meses hemos visto evidencias tangibles de la incompetencia con la que han sido manejados el CNE y la Sunedu.
Una situación similar se presentó durante los gobiernos de Kuczynski y Martín Vizcarra. Los presupuestos de publicidad estatal del sector educación se incrementaron y coincidentemente los ministros de turno eran adulados o tolerados en su incompetencia por los medios de comunicación hegemónicos. Creo que es justo mencionar que el diario Expreso nunca ha recibido del Estado los millones de soles que otros medios sí lo hicieron.
Por mi parte, debo precisar que en el 2023 que acaba de terminar no se destinó ni un sol a la publicidad estatal. Ni un sol.
Por eso no me sorprende que un periodista de un medio radial critique sin conocimiento, fundamento ni calidad profesional la gestión realizada por la ex ministra Magnet Márquez, a quien expreso mi saludo fraterno.
Un periodista de ese mismo medio afirmó hace poco que ellos “no defienden intereses de ningún grupo”. Pero olvida que un experiodista de su radio está preso por haber estado involucrado en presuntos actos de corrupción que involucran incluso al golpista ex presidente Pedro Castillo.
Esa es, lamentablemente, la catadura moral de algunos periodistas y algunos medios de comunicación que se relacionan con el poder y olvidan la esencia de su profesión.
En el 2024 anhelamos una educación libre de tensiones políticas que puedan afectar su calidad. Esperamos que la ministra Miriam Ponce, con dedicación y apoyo, logre mejoras sustanciales en el sistema educativo. Deseamos ver esfuerzos reales para reducir la brecha de infraestructura, reconociendo la importancia de no comprometer el futuro del Perú por decisiones amañadas.
La educación es clave para el desarrollo y confiamos en que se tomen medidas significativas para fortalecerla. Ya ha dado señales inequívocas al enfrentar el descarado favorecimiento a una universidad privada por parte del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec).
Deseamos éxito a la actual gestión y confiamos en que su liderazgo contagie a otros sectores como salud, interior e infraestructura.
¡Feliz año, queridos compatriotas!
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