La propiedad

En esta columna trato sobre la PROPIEDAD, pero no sobre LA PROPIEDAD PRIVADA O DEL ESTADO, es decir, trato sobre la relación jurídica por la que el sujeto titular, natural o jurídico, de una propiedad (el propietario) está legitimado para poseer, usar y disponer de determinada cosa (propiedad) que puede ser material o inmaterial. En otras palabras, sobre el instrumento que permite a los ciudadanos o a una persona jurídica (ej. el Estado), ver los resultados del trabajo desempeñado por un ciudadano o un conjunto de ellos, materializados en adquisiciones que queden, con seguridad, en manos de los emprendedores naturales o jurídicos; pequeños, medianos o grandes que las realizaron.

Una de las características esenciales del derecho de propiedad es que sea seguro, en otras palabras, que no pueda ser despojado por una persona, natural o jurídica, que no tiene el derecho de hacerlo, porque si esto pudiera ocurrir la propiedad dejaría de ser una cosa con valor, es decir, que no podría materializarse en forma de inversión para constituirse en un capital que, con seguridad, quede en manos de los emprendedores que legalmente y con esfuerzo lo originaron.

Si el derecho de propiedad no fuera seguro los propietarios (incluyendo el Estado) fueran insolventes, es decir en personas que no pueden garantizar que disponen del capital para pagar una obligación o que no pueden hacerse cargo ni garantizar que pueden cumplir con un compromiso económico.

En la Rusia y la China comunista no se respetaba la “propiedad segura”, razón por la cual los ciudadanos y el país que los agrupaba eran insolventes. Por eso fracasaron la Rusia y la China comunista y para alcanzar su actual desarrollo tuvieron, la primera, en 1985, con la “Perestroika”, y la segunda, en el 2013, con la aprobación el día 12 de noviembre de 2013 del Comité Central del Partido Comunista Chino, dar seguridad al derecho de propiedad en sus respectivos sistemas socioeconómicos.

Aprobando textualmente: "El derecho a bienes de la economía de propiedad pública es inviolable y el derecho a la propiedad de la economía no publica también es inviolable” y “El Estado supervisa y administra según la ley las economías de todas las propiedades, protege el derecho a la propiedad y a los intereses legítimos de las economías de todas las propiedades, garantiza que tales economías usen el pie de igualdad según la ley elementos esenciales de producción, compitan de manera abierta, equitativa y justas en el mercado y reciban igualitariamente la protección de la ley".

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