LA PSIQUIATRÍA EN UNA MENTE AGRESIVA
La mayoría de veces que analizamos la conducta de un animal no humano, se hace de forma rápida e incorrecta, desde el momento que enfocamos el tema y se pretende que un adiestrador nos otorgue su diagnóstico, ya estamos trabajando mal el tema, pues es tarea del Etólogo investigar la psicología animal y de la psiquiatría en las personas violentas.
Centremos nuestra atención en esta oportunidad en que existe detrás de una mente agresiva: Una persona agresiva puede intentar imponer su punto de vista, sus derechos o la satisfacción de sus necesidades, empleando estrategias que generan miedo, culpa o vergüenza. Esto lo hace mediante violencia física o violencia verbal.
Detrás de una persona violenta pueden estar presentes algunos factores, como: Baja autoestima y sentimientos de desesperación, consumo excesivo de alcohol o drogas, problemas de salud mental, como esquizofrenia, trastorno bipolar o trastorno de la personalidad. Es importante identificar la agresividad
desde inicios temprano, es decir, desde la niñez, ya que la violencia es una respuesta habitual ante los problemas o frustraciones de la vida, esta conducta genera malestar tanto en la persona como en el entorno. Se presenta, además, una falta de control de los impulsos independientemente de que la persona desee dañar realmente a otra persona o animal.
La respuesta agresiva es la misma ante los diferentes estímulos, es decir, una respuesta inespecífica que no se disipa con facilidad y se acumula. Eso se llama Ira.
Las vías cerebrales de la ira: Se sabe que hay dos vías en el cerebro que controlan este tipo de conducta.
La vía del tálamo-corteza cerebral- amígdala. En este caso la persona evalúa la situación y a través de la amígdala, la persona puede inhibir su activación agresiva. La vía tálamo- amígdala hace que la información no pase por la corteza cerebral, por lo que la persona que recibe los estímulos se comporta de manera agresiva sin pensar. La violencia explosiva, se presenta cuando una persona aguanta una situación que le frustra durante tiempo pueden aparecer explosiones de ira. ¿Cómo poder controlar la agresividad sea nuestra o de alguna persona de nuestro entorno?
Se deben racionalizar los impulsos, sobre todo los que nos conducen a la ira, de forma que podamos relativizar lo que nos ocurre en la vida. Para ello, es útil aprender con un terapeuta cómo dar un significado menos negativo a las situaciones, las técnicas de control que son de gran ayuda en momentos desencadenantes, reformular los pensamientos, hacernos cargo de las consecuencias que podríamos acarrear de cometer determinado acto, mantener hábitos de vida saludable, desde luego el alcohol, el tabaco, las drogas, no dormir suficiente o no alimentarse bien no ayudan a que nuestra conducta pueda ser controlada por nosotros.
Sin embargo lo más importante, es la clave de una mejora, es cuando aceptamos que necesitamos ayuda profesional, eliminamos los tabúes de ser señalados por llevar terapias, la mejor forma de sanar es auto ayudarnos, para conseguir poder tener una mejor convivencia
social, para estar aptos en poder tener bajo nuestra responsabilidad la tenencia de animales de compañía, porque si no nos hacemos cargo nuestras familias, animales de compañía podrían terminar muy afectados.
Recordemos que los niños aprenden los comportamientos de los adultos de manera automática, sin pensar en si son mejores o peores. Es por ello que la terapia a nivel emocional, cognitivo y conductual es nuestra herramienta para tener un mejor mundo MULTIESPECIE, y poder darles mejor calidad de vida a nuestros animales pues no los podemos defraudar, muchos menos ejercer actos de maltrato o crueldad contra ellos.
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