“La renovación es vida”

Las ideas, como la corriente de un río caudaloso, fluyen incesantemente. No son las mismas, pero potencian permanentemente la corriente. Este hecho lo advirtió el filósofo Heráclito de Éfeso. Es la ley dialéctica de la vida: en la actividad política, todo tiene su ciclo; nada es permanente. Haya de la Torre lo comprendió plenamente. Por ello se dedicó magistralmente a la preparación de cuadros. Su magisterio político fue inigualable: educó y enseñó con constancia, transmitiendo principios y valores.
Fue la imagen viva del maestro. Sacrificó reuniones familiares y sociales para dedicarse intensamente a su tarea formadora. Su responsabilidad frente a la juventud estaba por encima de todo. Nada lo detuvo: enseñó en lugares difíciles, demostrando que la tarea de un político no es acumular cargos, sino despertar la conciencia cívica y política, guiando con ética y ejemplo. El político educador fue su gran legado.
Hoy es hora de que fluyan nuevas mentes y nuevos líderes, que germinen las semillas cultivadas: políticos de convicción, con principios sólidos. Repetir fracasos no da vitalidad al partido. Es momento de la renovación, de la presencia intergeneracional, de figuras capaces y preparadas con ideas frescas. Debemos otorgar confianza a los cuadros mejor formados, sin mezquindad.
En ese sentido, hay que valorar un hecho reciente y positivo que se ha dado en el seno del partido de Haya de la Torre. El joven dirigente Enrique Valderrama ha dado en el clavo de la renovación, no solo usando la palabra, sino demostrando capacidad de convocatoria y calidad política. Ha reunido a más de cuarenta profesionales y técnicos, jóvenes y experimentados, como muestra de concertación.
Esta convocatoria es inédita en el panorama político peruano. Por primera vez, en dos siglos de vida republicana, una corriente renovadora presenta, desde un precandidato presidencial, un equipo técnico que, tras más de treinta y dos meses de trabajo, ha debatido y planificado en silencio propuestas frente a los principales problemas nacionales. Este hecho debe destacarse sin reservas: es una plataforma innovadora y coherente con el recado histórico de Haya de la Torre.
Toda candidatura sólida debe apoyarse en un equipo preparado, con una agenda social actualizada y pertinente para el país. Valderrama presentó a su equipo técnico en el distrito más poblado del Perú, con más de un millón de electores, demostrando compromiso con los sectores emergentes y populares. Así afirmó las esencias del aprismo: la unión del Frente Único de Trabajadores Manuales e Intelectuales.
Este gesto es, a la vez, homenaje a Haya de la Torre, a los fundadores del partido y a los miles de mártires que lucharon por la revolución social que proclamaron Haya y Alan García. Con ideas renovadoras, el APRA, a 101 años de su fundación continental, demuestra que tiene juventud capaz de proyectarlo hacia una nueva centuria.
La renovación es vida.

Por Germán Peralta Rivera

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