La república sociológica del Perú

La clase media emergente ha construido la república sociológica del Perú. Tal es la hipótesis de este artículo, que constituye una extensión metodológica del libro cuya ficha técnica es la siguiente: Jaime de Althaus Guarderas (2008): La revolución capitalista en el Perú. Lima: Fondo de Cultura Económica. El capitalismo surgió como una revolución, producto de inteligencia social. Siempre fue así.

En el caso peruano la revolución capitalista fue, a la vez, una revolución social, que tomó la forma de un desborde popular respecto de los diversos límites de la acción del Estado. Este artículo, además, ubica dos hechos de gobierno como los grandes impulsores de tal revolución social, que constituyen dos fases: La reforma agraria, promovida por Juan Velasco Alvarado; y la política económica originada por Alberto Fujimori.

Por supuesto, este artículo tiene u na lectura diferente del “fujishock” del 8 de agosto de 1990, en el sentido de que no solamente habría producido un costo social muy alto, sino que, además, fue el inicio de una segunda y definitiva etapa de nuestro proceso de individuación social. Veamos algunos aspectos: En principio, toda revolución capitalista debe implicar una revolución de la redistribución social que, para el caso de la república sociológica tuvo entre sus mecanismos la titulación de la propiedad y la expansión del microcrédito, que originó una extraordinaria movilidad social y económica de los migrantes ya convertidos en sectores populares urbanos.

Entre nosotros, el proyecto republicano empieza a tener sentido recién con el surgimiento de la clase media emergente. Se trata de la clase media emergente convertida en nuevo sujeto económico y social, ubicada en los distritos limeños de Los Olivos y hasta de San Juan de Lurigancho; y no de la clase media tradicional afincada en los distritos de Jesús María, Pueblo Libre, Magdalena, San Miguel.

Es que, entre nosotros, tal sentido de revolución moderna tuvo geografía. Dice Althaus, con gran lucidez, afirma que “esta nueva clase media emergente se haya en proceso de movilidad social ascendente, es mucho más progresista y menos atada a símbolos de status y a requerimientos de la formalidad relativamente costosos. Dispone, por lo tanto, de más dinero para el consumo”. Por supuesto, la revolución capitalista implicaba infraestructura. Ahí tenemos los proyectos de Mega Plaza y Plaza Norte que, a decir del autor, cobraron existencia porque en Lima norte hay un peruano “aspiracional” moderno, lo cual incluye las sensorialidades propias del consumo capitalista. La lectura de Althaus sobre el proyecto de Mega Plaza Norte es extraordinariamente sociológica.

Dice que “es el símbolo del encuentro entre la élite empresarial peruana, de origen principalmente criollo o europeo y tradicionalmente cerrada sobre sí misma, y los sectores populares emergentes de origen andino, tradicionalmente soslayados o despreciados. Representa el momento en que dicha élite se percató de que hay un mercado en los antes llamados barrios marginales y en el interior del país que tiene sus propias características y al que hay que atender con estrategias específicas. Significó el inicio de un proceso de diálogo social y de comprensión de la manera de ser del otro, que comienza siempre por el mercado”.

Así, la república sociológica habría producido, como nunca antes, una integración desde abajo, y total. En Lima norte, esta clase media emergente ha producido el clúster metalmecánico de Infantas, a la vez, que, cuenta con centros de idiomas, de educación técnica, y de educación superior, como son la Universidad César Vallejo, la Universidad Privada del Norte, la Universidad Tecnológica del Perú, y la Universidad Católica Sede Sapientae, que promovida por el arzobispado de Carabayllo.

Nuestra república sociológica ha sido engendrada por la revolución capitalista. Es que, el proceso económico, como forma de proceso social, ha realizado muy bien su trabajo: Ha hecho avanzar la inclusión social. En este sentido, entre nosotros, la economía ha logrado lo que la política no ha podido. Una vez más, la sociedad peruana es sui géneris, metabólica, pues ha hecho germinar el capitalismo, como no ha ocurrido en ninguna otra cuya genealogía contenga el haber sido colonia occidental. Althaus ha escrito una de los libros más importantes para entender el Perú contemporáneo. En puridad, la república sociológica del Perú no ha sido construida por la clase dirigente tradicional, ni por la clase media tradicional, sino por la clase media emergente.

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