La Selección no es un contrato
El Perú futbolero está desconsolado, nuestra Selección después de haber sido protagonista en los dos pasados procesos eliminatorios para las justas mundialistas, hoy pasa por la vergüenza de ser el colero de la actual eliminatoria, con estadísticas que son escalofriantes, cero partidos ganados en cinco fechas, sin gol anotado, cuatro derrotas consecutivas, una calamidad total.
Decía un comentarista deportivo que en la historia de las eliminatorias jamás selección alguna había tenido esas lamentables cifras. Si bien la responsabilidad de este hasta ahora desastre es compartido entre dirigentes, y jugadores, es sobre el director técnico que recae el peso mayor y es que en este apasionante deporte esto es inevitable, ya que por la naturaleza del evento no podríamos cambiar a todos los jugadores, porque tampoco nos sobran, la generación dorada de los Cubillas, Sotil, Chumpitaz, Cueto…., será muy difícil que se vuelva a repetir y lo mismo le está pasando a nuestro vecino del sur, ambos países estamos adoleciendo del tan ansiado recambio generacional que si se viene dando en selecciones como la uruguaya por ejemplo quienes ya no son solo Suárez y Cavani como lo viene demostrando en la actual competición derrotando a Brasil y Argentina respectivamente.
Volviendo a lo nuestro, la permanencia en el cargo del señor Juan Reynoso es simplemente insostenible, miren lo que pasó con Paraguay después de empatar en su casa con nosotros echaron al técnico y hoy los guaraníes están nuevamente en carrera gracias a la mejora que ha traído el cambio de dirección técnica.
El caso de Chile, su DT renunció porque sus dirigidos no pudieron aprovechar su condición de local ante los aguerridos paraguayos. Mientras aquí el entrenador sale en conferencia de prensa, pospartido como si Perú estuviera liderando la tabla, sin ninguna autocrítica, como dirían los brasileños, tudo bem y lo que es peor, declarando que se quiere quedar hasta el final de la eliminatoria porque eso dice su contrato.
Habría que decirle que esto último es una verdad a medias, válido quizás si dirigiese a un club privado, y ni aún así, porque quiérase o no el fútbol se mide por resultados, así ha sido siempre y lo seguirá siendo y a nadie en este deporte le dan tanta chance.
Además la Selección no es un club privado, representa a nuestra nación, sino para que cantan el himno nacional entonces y por ello ante los pésimos resultados hasta aquí obtenidos y porque creo que casi todos los aficionados así lo vienen expresando, el señor Reynoso por decoro, por conciencia y porque también es peruano debe renunciar ya.
Termino esta columna deseando lo mejor al pueblo argentino que decide su destino este domingo, en la elección presidencial más peleada en cuarenta años de regreso a la democracia, un país con quien tenemos profundos lazos históricos y a quien siempre le deseamos lo mejor.
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