La Semana Mundial del Agua: un llamado global
Cada año, la última semana de agosto se celebra la Semana Mundial del Agua, un evento internacional que busca reflexionar sobre la importancia de este recurso vital para la vida y el desarrollo humano. Organizada desde 1991 por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI), esta semana reúne a líderes, científicos, gobiernos y ciudadanos en torno a un mismo objetivo: generar conciencia sobre la gestión sostenible del agua y promover acciones para enfrentar la crisis hídrica global.
Actualmente, más de 2,2 mil millones de personas en el mundo carecen de acceso seguro a agua potable, según la OMS y UNICEF. La situación es especialmente grave en regiones de África y Asia, donde las sequías prolongadas, la contaminación y la falta de infraestructura impiden el acceso a este recurso básico. Al mismo tiempo, fenómenos como el derretimiento de glaciares, la desertificación y la sobreexplotación de acuíferos amenazan con agravar el panorama en los próximos años. El agua, más que un recurso natural, se ha convertido en un factor geopolítico y de seguridad, capaz de generar conflictos o, por el contrario, unir naciones en torno a soluciones sostenibles.
Perú es uno de los países con mayor disponibilidad de agua en el planeta, gracias a sus ríos amazónicos, glaciares y fuentes subterráneas. Sin embargo, enfrenta una paradoja: mientras algunas regiones gozan de abundancia, otras viven en permanente escasez. Según datos de la Sunass, alrededor de 3 millones de peruanos aún no tienen acceso a agua potable segura y muchos más sufren cortes diarios o reciben agua de baja calidad. La infraestructura insuficiente, la contaminación minera y la deforestación agravan este problema, afectando principalmente a las poblaciones rurales y urbanas vulnerables.
Para revertir esta situación, es fundamental invertir en infraestructura moderna, fortalecer las empresas prestadoras de servicios de agua, promover la reforestación y protección de cuencas, y apostar por la tecnología de tratamiento y reúso del agua. Mirando al futuro, el acceso universal al agua debe integrarse como una política de Estado vinculada al desarrollo sostenible, con participación activa de comunidades, gobiernos locales y el sector privado. Solo así podremos garantizar que el agua no sea un privilegio, sino un derecho.
La Semana Mundial del Agua nos recuerda que este recurso no es infinito y que su gestión responsable es clave para la salud, la alimentación y la dignidad humana. En el caso del Perú, la prioridad debe ser asegurar que todas las familias, especialmente las más vulnerables, tengan acceso continuo a agua potable de calidad. El agua es vida, y su acceso universal es condición indispensable para que todos los peruanos podamos construir un futuro más saludable y sostenible.
@sandrostapleton
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