La Semana Santa con inconvenientes

Como todos los años, la mayoría de peruanos de una u otra forma celebran la tradicional Semana Santa, recordando la muerte y resurrección de Cristo, quien a sus 33 años dejó a través de sus apóstoles el principio de la religión cristiana.

La Semana Santa también es conocida como la semana mayor, teniendo un periodo de ocho días, comenzando con el Domingo de Ramos y culminando el Domingo de Resurrección, los días más importantes son el Triduo Pascual: la última cena el Jueves, la crucifixión el Viernes Santo y sábado de Gloria que conmemoran la pasión y muerte del Señor Jesucristo, finalizando el Domingo de Resurrección.

En esta fiesta cristiana, se realizan diferentes representaciones en las que los creyentes pueden participar en un peregrinaje de devoción católica, en procesiones o visitando las 7 Iglesias orando, existiendo otras varias y distintas formas de celebrar estas fiestas.

Hace muchos años existían algunas curiosas creencias populares, que hoy en día no se practican, como no bañarse para evitar caer en pecado o el azotamiento de padres a hijos para ayudar a Jesús en la cruz, evitar la carne roja que representaba el cuerpo de Jesucristo crucificado.

En el Perú, es un evento donde miles de personas se congregan en alabanza, las familias se reúnen pasando momentos especiales en unión y reflexión, gran parte de los religiosos lo hacen en retiros de 7 u 8 días en oración o realizando estricto ayuno.

En los últimos años, los días de Semana Santa son dedicados en gran parte al turismo, realizando viajes al exterior o a diferentes playas y ciudades del País, sobre todo en las que se realizan eventos tradicionales con gran magnificencia en sus celebraciones religiosas, como es el especial caso de Ayacucho, entre otras ciudades como Cusco, Arequipa, Puno y Apurímac.

Antes de presentarse la pandemia por covid en nuestro país, los ingresos del sector turístico en Semana Santa superaban los 200 millones de dólares; al disminuir considerablemente los problemas sanitarios, este sector tenía grandes expectativas para este año, pero debido a varios factores producidos por la incapacidad del Gobierno, se presentaron inconvenientes que lo complicaron: los violentos disturbios con ocasión del paro de los transportistas, tomando las carreteras sin dejar paso a los buses convirtiéndose en un secuestro de pasajeros; la inesperada escasez de pasaportes que generó retraso en las salidas internacionales; y la inaceptable aprobación de la ministra de Trabajo de la huelga de los operadores aéreos, que se realizó el jueves santo, ocasionando que más de 8 mil pasajeros tuvieran que reprogramar sus vuelos, provocando innecesariamente millones de soles en pérdidas.

En medio de estos inconvenientes, el secretario del Acuerdo Nacional el Dr. Max Hernández anunció positivamente que éste podría reiniciarse después del 22 de abril, igualmente el cardenal Barreto manifestó con entusiasmo, que el presidente Castillo haría cambios radicales con el fin de sacar al país de la situación de cuidados intensivos, en que se encuentra. Esperemos que estos deseos de semana santa y de una alta autoridad eclesiástica, no sea otro engaño de Castillo al país.

Finalmente, los días festivos de Semana Santa en el Perú, son días de reafirmación de un país católico, esperemos que los ofrecimientos de cambio manifestados por Castillo al cardenal Barreto sean efectivos y no una burla. Teniendo presente que mientras se continúe nombrando ministros y funcionarios incapaces será muy difícil lograr que el Perú retome su crecimiento, desarrollo y disminución de la pobreza.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.