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La Tercera Vía: ni vacancia, ni adelanto electoral

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Fecha Publicación: 26/08/2019 - 21:30
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Una Tercera Vía sí es posible. Comencemos a convertir esas voces que la proponen en una oportunidad. No significa que dejemos constreñida la furia de los peruanos que viven hartos del sistema político y del sistema judicial. Significa que encontremos una forma distinta de sublimar ese hartazgo y NO convertir nuestro malestar en mandato ciudadano.

Hoy es momento de convertir confrontación en oportunidad. Escribir una agenda común. Priorizar los esfuerzos del sector público y privado. Definir un programa planificado de inversión, ejecución y evaluar resultados. Estamos en capacidad para hacerlo. Hoy es momento de marcar el teléfono rojo. Dosificar la violencia verbal entre contrarios y poner pausa en nuestras declaraciones destempladas. Poner todas las cartas sobre la mesa y encontrar salidas donde todos ganan. No pongamos al país entre la espada y la pared. No lo hagamos escoger entre vacancia y adelanto de elecciones.

El reto es dialogar y concertar. Una Tercera Vía es posible. Hoy es momento de abandonar las frases vacías de contenido, dejar de soltar bravuconadas que obliguen al otro a negociar con miedo y desconfianza. Necesitamos confiar, creer en la palabra del otro. NO saltar al vacío de un futuro que resulta más incierto que el presente. Hoy es momento de diseñar una identidad que nos una, porque es momento de sentir que existe un mañana por construir juntos, de creer en él, y de convertir la fe en planes de acción, para transformar esta sociedad en una que sea justa y equitativa. Es momento de ser felices e incluir a todos en ella.

De convertir nuestras diferencias en un activo social. Si los activistas de cada bando continúan creyendo que “transformar” es una cacería de brujas, una guerra sangrienta de todos contra todos, y solo hay dos opciones: el bien y el mal, blanco y negro, negando el gris como opción y discriminando al resto de colores del arco iris, estaremos condenados a un eterno suicidio colectivo, a perder la memoria y repetir infinitamente los errores de siempre, esos mismos errores que cometieron quienes fundaron la República hace casi 200 años. Una Tercera Vía es posible. ¿Tú qué harás?