La tragedia continúa

A estas horas, muchas, sí, muchas personas y familias lo han perdido todo. Tienen la mirada perdida en el horizonte a la espera de que cesen los golpes de la vida, los golpes del destino y los más duros, los golpes de la naturaleza. Estos continuarán asestando donde más duele. Sus hogares fueron arrasados por la fuerza de un imprevisto huaico que de pronto apareció mientras dormían.

El estruendo con que bajaba les permitió salir corriendo y buscar cobijo en la parte más alta de su comunidad. El recuerdo es todo lo que quedó. Sus casas serán un bonito recuerdo que guardarán con pena y dolor.

Ahora no disponen de tiempo para tener hambre, tampoco para guardar rencor, apenas tienen unos segundos para arroparse con la lluvia, sí, así como usted lo entiende, con la lluvia que se ensaña con ellos.

Deben continuar, asentarse en otra colina, al costado de lo que fue su hogar, donde parecen haber llegado a la tierra prometida. Mientras tanto, los niños estiran la mano al viento, porque solo el viento entiende su dolor, es que el dolor por estos lares es ajeno, no lo sentimos nuestro.

En la otra esquina, a sus mascotas aún les quedan fuerzas para mover la cola y lanzar su dolido aullido que tañe tan igual como una campana anunciando la partida de un ser querido. Así están por aquí, por allá.

Mientras tanto, los malos vientos anuncian la llegada de los superpoderosos, quienes con su forzada y fingida sonrisa resolverán todos los problemas en un segundo; llegarán trayendo a una gran comitiva a la que se encargarán de aplaudir y lanzar vivas, callando inclusive a la fuerza y tronar del río; ellos llegan para retar al lodo, por eso se posarán justo en la orilla, derramarán lágrimas, y pondrán en escena todo lo recomendado y aprendido de sus asesores en la sombra, como para que la puesta en escena se filme en una sola toma; todo parecerá real, como en las mejores películas.

Muy a su pesar ensuciarán sus botas compradas al por mayor en las exclusivas boutiques de la ciudad; en simultáneo y desde ese momento, en los medios de comunicación se anunciará una y otra vez, en todos los horarios, hasta convencer a toda la audiencia de radio y televisión que ellos hicieron el sacrificio por todas las víctimas. Nadie notará su retiro. La tragedia continúa, todo seguirá igual. Pero quienes la han sufrido levantarán la mirada y el horizonte les pertenecerá.

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