La verdadera amenaza para la seguridad alimentaria mundial son sanciones ilegítimas
Por Igor Romanchenko
Últimamente en la prensa peruana circulan opiniones sobre la amenaza de la crisis alimentaria global a gran escala a causa del déficit de grano y alza de precios de fertilizantes en los mercados mundiales, supuestamente provocados por las acciones de Rusia en Ucrania.
Curiosamente, la única razón de la catástrofe alimentaria mundial que se cita es el problema con la exportación de cereales ucranianos, aunque según el Departamento de Agricultura de EE.UU., se trata de 6 millones de toneladas de trigo, que constituye apenas el 2.5 % de la producción total de cereales en el mundo. Al mismo tiempo, es Ucrania, y no Rusia, la que ha minado los accesos a sus puertos en el Mar Negro y está eludiendo la cooperación con la Organización Marítima Internacional y la FAO para organizar el paso seguro de los barcos.
Rusia, por el contrario, abre diariamente corredores seguros para la exportación de cereales desde el 27 de marzo, y el 30 de junio, como gesto de buena voluntad, retiró su guarnición de la isla de Zmeiny (cerca de Odessa). Por lo tanto, la exportación de cereales ucranianos no está obstaculizada por Rusia, sino por la propia Ucrania, sin mencionar el hecho de que tiene todas las oportunidades para exportar productos agrícolas utilizando el transporte ferroviario y fluvial.
Rusia siempre ha sido y se mantiene como uno de los principales productores y exportadores mundiales de alimentos y fertilizantes, suministrándolos a 161 países del mundo (el año pasado se exportó más de 43 millones de toneladas de grano, este año según estimaciones serían hasta 50 millones de toneladas, sus suministros de fertilizantes constituyen el 25% de las exportaciones mundiales).
Los líderes de la UE y EE.UU. dicen que las sanciones que han impuesto contra Rusia están dirigidas exclusivamente al gobierno, la economía y los oligarcas rusos y excluyen productos alimenticios y fertilizantes. Prefieren pasar por alto el hecho de que, en realidad, son las sanciones las que impiden los suministros rusos de alimentos y fertilizantes a los mercados mundiales. La ruptura del sistema de pagos y logística de entregas, el cierre de puertos extranjeros para la carga rusa y la prohibición de entrada a los puertos rusos, la amenaza de detenciones masivas de buques graneleros y problemas de adquirir seguros de transporte marítimo son solo unos ejemplos de sus consecuencias destructivas.
En cuanto a los precios de los alimentos y los fertilizantes, en efecto están aumentando. Sin embargo, esto comenzó en 2020 y no tiene nada que ver con las acciones de Rusia.
Rusia no tiene intención de utilizar la seguridad alimentaria como un arma. Siendo exportador responsable, a pesar de obstáculos artificiales, nuestro país continuará suministrando alimentos y fertilizantes a través de canales bilaterales y proporcionando la asistencia alimentaria a los que la requieren vía el Programa Mundial de Alimentos.
Embajador de Rusia en el Perú
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