La victimización de Sigrid

La doble moral desplegada por la izquierda desde que llegaron al poder, de la mano de Pedro Castillo y gracias a la alianza que hizo Verónika Mendoza con Perú Libre, ha alcanzado niveles groseros, por no decir abominables.

Como sabemos, la izquierda viene adueñándose de los bastiones de defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos, abarcando casi todos los espectros. Todo estaría muy bien, si es que la izquierda defendiese los derechos de TODOS LOS PERUANOS POR IGUAL, sin tintes de ideología. Lamentablemente la defensa de los derechos humanos de los treinta y tres millones de peruanos, hoy dependen de cual sea su tendencia política. Si eres de izquierda, todo bien, puedes gozar de los derechos fundamentales porque eres una víctima del sistema per se, si eres de derecha, ni te quejes, porque de todas maneras eres el victimario. Así es la cosa.

En días previos la congresista Sigrid Bazán, de la bancada de Juntos por el Perú (izquierda), declaró que “las protestas pacíficas no generan cambios”, declaraciones que lejos de apaciguar la situación de violencia que vive nuestro país, fue tomada por radicales y azuzadores como un llamado a acrecentar el nivel de violencia en las marchas como única solución para ser escuchados por el Poder Ejecutivo.

Ayer, la congresista Sigrid Bazán ha sido tendencia en Twitter después de divulgarse la trágica noticia de la muerte del peruano Víctor Santisteban Yacsavilca (56) en las marchas de ultraviolentos que infunden el terror, convocadas por la izquierda peruana. No podemos desestimar, de ninguna manera, el peso que tienen las declaraciones de las personas públicas, si bien es cierto que la congresista Bazán dijo posteriormente que sus declaraciones habían sido descontextualizadas, es un hecho que provocaron en más de un eufórico manifestante la idea de radicalizar la violencia.

Este hecho enfureció a los dinosaurios de la defensa de los derechos humanos y desde Rocío Silva, pasando por las feministas (sólo defensoras de mujeres de izquierda) Anahí Durand, Mirtha Vásquez y hasta Carlos Rivera, se rasgaron las vestiduras por el cargamontón hacia la desvalida congresista Sigrid Bazán. Han acusado a los twitteros de oposición de misóginos, machistas, etc. Es curioso ver la euforia con la cual defienden los derechos de ALGUNAS PERSONAS, coincidentemente cercanas a su ideología politica, y guardan silencio, en el mejor de los casos, frente a atropellos perpetrados contra mujeres del otro lado de su orilla política. Victimizan a sus amigos, y criminalizan a sus enemigos. Esa es la lógica, no es muy difícil de comprobar, así que a estar atentos a este doble rasero de los autodenominados expertos en derechos humanos.

No eres una víctima, Sigrid, por el contrario, eres victimaria de aquellas mujeres que por tener otra opción politica no gozan de tu privilegio de que las ONG defensoras de DD.HH. las visibilicen.