Las Bambas: confusión general
La Constitución reconoce a las Comunidades Campesinas y Nativas como personas jurídicas pero a la vez las regula como organizaciones comunales cuya propiedad sobre sus tierras es imprescriptible, para luego, en el Código Civil, establecer que estas son inalienables, imprescriptibles e inembargables.
La regla, entonces, es que las Comunidades Campesinas y Nativas no pueden enajenar sus tierras y, siendo el Estado propietario de los recursos naturales del subsuelo, en el caso de los yacimientos mineros, la Comunidad solo tiene derechos sobre la superficie y aquí es donde radica el problema de la negociación con ellas.
El otro aspecto que entorpece cualquier negociación es la cíclica sucesión de dirigentes y la fragilidad jurídica de los acuerdos de asambleas que respaldan contratos de uso o usufructo o cesión de superficie para explotación de minas o construcción de vías para usos de particulares, o porque los libros de actas se pierden, o porque las situaciones y los intereses varían y se cuestionan los acuerdos anteriores por entreguistas, o porque la comunidad es infiltrada por agitadores políticos que van cercando y sometiendo a los dirigentes a sus consignas, entre muchos otros problemas.
Un elemento esencial que no ha sido bien estudiado hasta la fecha es la eterna pobreza de las comunidades y la enorme riqueza que se extrae de sus tierras, sin que nadie sepa a dónde va a parar el dinero del canon o de las sumas en efectivo que las empresas pagan a las Comunidades a través de sus dirigentes.
En ejemplo palpable es el de las Comunidades Campesinas de la Costa, a las cuales se autorizó la venta de sus terrenos frente al gran negocio de playas. Tenemos gigantescas estructuras muy modernas de habilitaciones vacacionales y casas de playa muy costosas, todas ellas levantadas en terrenos que antes pertenecían a las Comunidades Campesinas de Mala y Asia, las cuales, en sus respectivos asentamientos, siguen mostrando la eterna pobreza de siempre. ¿A dónde fueron a parar los millones de soles que circularon por las transferencias a terceros?
Hernando de Soto hace propuestas muy interesantes tocando el tema de la propiedad, pero si no cambiamos el marco jurídico para sacar a las comunidades del rango de sociedades primitivas hacia sociedades modernas en donde existe la propiedad privada, poco o nada se logrará. Algo intentó Velasco con las SAIS que luego también fracasaron.
Es un escenario donde la seguridad jurídica se diluye y en el cual la ultra ideológica se mueve como pez en el agua.
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