Las emociones te traicionan

Dentro de la naturaleza humana existe la razón y la emoción; la primera, nos permite percibir objetivamente la realidad, la causa y el efecto, aplicando el razonamiento dialéctico, tesis, antítesis y conclusión; en cambio, la segunda, se relaciona con el ámbito subjetivo, sentimientos, pasiones, deseos, impulsos, afecto, cariño, es el área que no nos permite razonar o que la razón está por debajo de lo emocional, siendo muy difícil desvincularse en algunos casos porque las emociones nublan el entendimiento y te traicionan.

Las emociones tienen mucha relación con el perfil de personalidad, un sujeto sensible, apasionado, enamorado de la vida, la naturaleza, de los contenidos humanos, posee una predisposición a prevalecer lo emocional, susceptibles de engancharse en relaciones inadecuadas que conllevan mucho dolor, sufrimiento, distintas a las buenas relaciones, que son gratificantes.

Una personalidad celotipia, es capaz de llegar al crimen por las dudas, desconfianza, sentirse engañado, marginado, excluido, la imaginación corre fluidamente para representar en la mente escenarios no reales, debido a una carencia de autoestima y de no sentirse que merece ser amado, respetado, querido, apreciado, recompensado, afectando su pensamiento, percepción, memoria, que le dificulta comprender la realidad, actuando cegado por las emociones.

El caso, que les voy a comentar, se trataba de un deportista que había viajado al interior del país con la finalidad de ser instructor en un gimnasio, conociendo a una joven apuesta, que lo sedujo, enamorándose perdidamente, incluso prometiéndole matrimonio. Acordando pasar el año nuevo en Lima, invitación que fue aceptada, empero, el novio le hizo algunas recomendaciones, porque él se iba a venir antes, como que no se reuniera con amistades, no vaya a la playa, ni a ningún lugar de distracción, la novia aceptó las sugerencias para que se vaya a Lima tranquilo.

Pero la muchacha joven no vio nada de malo ir a la playa y lo hizo el día que llegó a Lima a pasar el nuevo año, la recibió el novio, al abrirle la puerta la percibe que estaba bronceada por el calor del verano, comenzando a preguntarle con quién había ido a la playa, qué lugares frecuentó, con quiénes, por qué no le hizo caso a las recomendaciones, ella le respondió que hacía un calor insoportable, respuesta que no lo convenció, preguntándole obsesivamente durante el día con qué persona le había sido infiel, ella le dijo con ninguna persona, que lo quería a él, no siendo convincente su respuesta, ni satisfactoria, comenzó a golpearla para que le diga con qué persona lo había traicionado, ella en su desesperación le contestó con nadie, inclusive se le arrodilló, pidiéndole clemencia, él enceguecido por lo celos, la duda, la supuesta traición, la mató.

El novio se da a la fuga desesperadamente, empero, el profundo sentimiento de culpa no lo dejaba en paz, decidiendo entregarse a la autoridad, se decretó su detención, fue sentenciado, cumplió su condena, estuvo en tratamiento por salud mental por el trastorno de personalidad de celotipia, mejoró mucho, se insertó a la sociedad, estableciendo una relación con Dios, se casó, formo una familia, trabajan juntos en el área del deporte y no se han vuelto a presentar los episodios de celos.

El celoso siempre va a ser celoso por el modelo de aprendizaje que ha tenido, lo importante es aprender a tener confianza en sí mismo, despejar sus dudas, admitir que la persona vale mucho, que merece ser amada, querida, respetada, que no todas las personas quieren hacerle daño, sino el mundo está rodeado buenas y malas personas, hay que saber escoger, someterse a programas de salud mental para alcanzar un equilibrio interior.

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