Las negociaciones en Arabia Saudita para acabar la guerra ruso-ucraniana

Hoy se inician las negociaciones en Arabia Saudita (Medio Oriente), para acabar la guerra en Europa del Este, y una de las dos partes en combate: Ucrania, no estará presente. Lo serán, la Federación de Rusia, que también lo es, y los Estados Unidos de América, a través de sus jefes de la diplomacia en sus países. Comenzarán a soltar fórmulas para ponerle coto a una guerra que este 24 de febrero, cumplirá 3 años. La ventaja, mirando a los actores en la mesa de negociaciones, es que ambas partes están convencidas en que la guerra debe terminar tan pronto como se pueda, y seguramente, el primer signo visible de ese objetivo, deberá ser la protocolización de una hoja de ruta hacia una paz permanente que tendrá que iniciarse con el inmediato alto al fuego. Conseguir la tarea inicial realmente no creo que sea una complejidad mayor porque a todos conviene; en cambio, sí lo será, conservar la tregua a fin de que pudiera dar paso a la paz permanente, sin que se produzca el riesgo de un retroceso que volviera a un escenario bélico, sumamente riesgoso para la paz. Ucrania no está presente en las negociaciones porque Estados Unidos lo está por este país que no tiene poder. Sin poder no se puede negociar y esta circunstancia del realismo político siempre la recuerdo a mis alumnos y a otros que suelen ser ganados por las posiciones románticas de las relaciones internacionales que terminan siendo frustrantes. El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, no debería sentirse desplazado, sino, más bien, respaldado al contar el apoyo de occidente como ha sido desde que se inició la guerra por la invasión rusa de su territorio. Otra ventaja a la hora de negociar será que la guerra, en los 36 meses que pronto cumplirá, no llegó a extenderse hacia otros países de la región y por supuesto tampoco tuvo alcance intercontinental, pudiendo apresurar escenarios bélicos como en 1914 ó 1939. El tema central de la discusión estará centrado en la dimensión geopolítica de Rusia y de Ucrania, luego de un conflicto que ha provocado un millón de muertos o más. Estamos de acuerdo en que Marco Rubio tiene la consigna de conseguir apagar la guerra como se lo ha pedido el presidente, Donald Trump, pero también que no habrá ningún resultado absoluto en favor de las pretensiones de Washington, que sería lo mismo que para Kiev. Trump debe haberle dicho a Zelenski que tendrán que aceptar perder para siempre la península de Crimea, anexada por Moscú, en 2014, y que hasta ahora ha sido considerado como un acto nulo desde el derecho internacional. En contrapartida, seguramente Ucrania recuperará el territorio del Donbas, la parte más próxima a la frontera con Rusia, que fuera invadido por Moscú apenas se inició la guerra. Ese resultado no será malo para Rusia y ni para Ucrania porque permitirá a ambos países, conservar, por lo menos el territorio anterior al inicio de la guerra en 2022, sin parecer derrotados. Veremos.

(*) Excanciller del Perú e Internacionalista

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