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Las oenegé, culpables del caos actual

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Fecha Publicación: 18/01/2023 - 00:00
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La comisión de la verdad, el museíllo de la memoria, el ojo que llora y algunos otros instrumentos de culto para evocar a los terroristas de sendero luminoso y el mrta, han sido -y siguen siendo- herramientas del recuerdo, avance, gloria y consolidación de ambas agrupaciones sanguinarias y mortíferas, dedicadas a imponerle al Perú el extremismo de izquierda como sistema de gobierno. ¡Y en consecuencia, en modo de vida para su sociedad! Ambas organizaciones de adoctrinamiento para las juventudes –y de guía para las generaciones que les anteceden- fueron ideadas, financiadas -y hoy operadas- gracias al apoyo, a la promoción, financiamiento y consentimiento de la llamada clase alta del Perú, enfatuada por un súbito, nunca antes percibido, enriquecimiento del país luego de 25 años de terrorismo y la quiebra nacional a fines de los ochenta. Quienes capitaneaban el país a finales del siglo pasado quedaron embelesados, porque esa prosperidad repercutió en sus patrimonios. Simultáneamente, saboreaban la rica manzana envenenada que les convidaron unos vendedores de cebo de culebra -como los garcíasayanes- que desde Europa y EEUU importaron unos panales de rica miel llamados oenegé, elaborados por los laboratorios forjados desde las cenizas por el comunismo que colapsó en 1989, a la caída del Muro de Berlín. El objetivo del comunismo fue reconvertirse en doctrina “democrática”, fácilmente contagiosa al presentar a las izquierdas como defensoras de aquello que nunca fueron. ¡Y además, admiradoras de todo lo que antes combatieron: derechos humanos, democracia, paz social y ese glosario de bienaventuranzas que hipócritamente dicen promover y defender “por el bien de la humanidad”!
Aquella epopeya de sacar a flote al Perú, tras un cuarto de siglo de odio, terror y miseria, la aprovecharon las oenegé -infiltradas en las capas altas y media de nuestra sociedad—para impulsar el renacimiento de sendero luminoso y mrta. ¡En paralelo, el Estado menospreció el momento para derrotar ideológicamente al terrorismo, como antes lo hizo militarmente! ¿La razón? La CVR le impuso a la clase alta –y a parte de la media- un catecismo ideológico fundado en una gran mentira. Ésta fija como base que los terroristas fueron simples luchadores sociales, “que murieron aniquilados por unas Fuerzas Armadas y Policía Nacional genocidas” dedicadas a exterminar a esos “héroes” cuya sola misión fue “salvar a los pobres del Perú de las condiciones infrahumanas en que vivían”. La teoría caviar, desde entonces, dicta que los terroristas fueron víctimas de unas “FFAA y PNP criminales”, dominadas por políticos que gobernaban manejados por la oligarquía. Allí surge el encono popular, que ve al terrorista como héroe y a las FFAA/PNP como exterminadoras. ¡A ambas, junto con los políticos de derecha, apuntan los terroristas disfrazados de lugareños, decididos a quebrar el Estado de Derecho y ensamblar un régimen proletario y totalitario como el venezolano! ¡En 1992 ganamos militarmente la guerra a sendero/mrta! Aunque la perdimos ideológicamente, porque las oenegé hipnotizaron a las clases alta/media hasta convertirlas en lo que nunca fueron: admiradoras del comunismo reinventado (el caviarismo), que ahora domina a esta parte del planeta.

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