ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Las purgas de Stalin (I)

Imagen
Fecha Publicación: 06/09/2021 - 21:30
Escucha esta nota

Por José Cernicharo Bustelo

El levantamiento ruso que instauró el régimen comunista en 1917, ha sido considerado como el “acontecimiento geopolítico más importante del siglo XX”. Dicha definición fue otorgada no solo por los alcances políticos, sociales y económicos que tuvo en su momento; sino también por su influencia en el pensamiento y comportamiento de toda una generación. Para muchos fue “la gran luz en el Este”, para otros trajo reproches y odios; pero nadie quedó indiferente ante este colosal suceso. Y si bien, los primeros años del gobierno presidido por Vladimir Lenin (cabecilla de los comunistas rusos) fueron de una violencia excepcional (la URSS tuvo que enfrentar a numerosos enemigos externos e internos); nada había preparado a los creadores del primer estado marxista para el sufrimiento que padecerían a manos de Stalin, sucesor de Lenin.
A comienzos del régimen estalinista en 1924, surgió un enfrentamiento entre Trotsky y Stalin sobre la conducción política-ideológica del estado soviético. Mientras que el primero defendía la tesis de “la revolución permanente”, la cual afirmaba que el proletariado conduciría a sus respectivos países hacia la tan ansiada revolución. El segundo consideraba que debido al atraso de los bolcheviques se debía primero fortalecer a la Unión Soviética haciéndola un ente industrializado a la par de Occidente.
Es entonces cuando surgen las primeras expulsiones del partido y los exilios a remotos lugares del territorio soviético. Se trata de purgas “vegetarianas” que no traerán la muerte a conocidos revolucionarios, pero que servirán para enseñar a los “díscolos” la fuerza de un Estado que cada día se vuelve más represor de sus ciudadanos. Sin embargo, “el georgiano del Kremlin” no se siente seguro de su poder; ve conspiraciones por doquier (reales e imaginarias) y en cada camarada un posible rival al trono. Sabe que hay gran descontento en el “reino” producto de una mal planeada colectivización en Ucrania, cuyo trágico resultado fue la muerte de millones de inocentes y la creación de un polo de resistencia al estalinismo que recibirá con los brazos abiertos a los invasores alemanes en 1941. Además, en Europa y Asia surgen amenazadores el nazismo y el Japón imperial quienes desean ahogar “el peligro rojo” antes que su ideología gane más conversos entre sus ciudadanos. Ante este complejo panorama, la alta dirigencia comunista (carente de tolerancia y sospechosa de toda disidencia) comenzará una serie de crueles medidas que transformarán el rostro de la izquierda en el mundo. Producto de estas acciones, no solamente se le identificará con hambre, mal manejo económico, ineficiencia e hipocresía; sino también con “canibalismo”. Una palabra que surgiría en muchos de los procesos revolucionarios siguientes y cuyos alcances y victimas en la URSS describiremos en el próximo artículo.

Para más información, adquiere nuestra versión impresa o suscríbete a nuestra versión digital AQUÍ.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.