Las seis reglas de oro

Desde que los seres humanos aparecieron en la Tierra y a través del desarrollo de la humanidad, han existido las reglas condicionadas por la costumbre, las creencias, la fe y la ley; y quien las incumple será sometido a una sanción y lo podemos graficar desde la creación del hombre y la mujer.Dios le dijo a Adán y a Eva que no comieran del árbol prohibido y no se sujetaron y fueron desterrados para que labraran sus propias vidas con el sudor de su frente; y así, con el transcurrir del tiempo las sociedades se han desarrollado por las reglas impuestas dentro de la sociedad; y así, tenemos la época pre incaica, incaica, la conquista y la independencia. Estos acontecimientos se produjeron gracias a las reglas o leyes que se encontraban vigentes, en el espacio, tiempo y persona.

Una primera regla es “conocerte”, nada puede hacer el ser humano si no se conoce a sí mismo, sus talentos, habilidades, capacidades, inteligencia, experiencia, limitaciones, la persona no puede ser un sabelotodo, la humildad, ubicarse en el lugar de las otras personas, saber manejar la envidia, los celos, admitir que existe otras personas que saben más que uno y menos también y por eso la persona no puede sentirse discriminado, todo lo contrario, aceptarse como es.

Una segunda regla importante es “evitar el exceso”, es decir, llevar una vida balanceada, satisfecha de todo lo que hace y por las demás personas, si bien es cierto el trabajo dignifica, no puedes ser esclavo del trabajo, porque en el fondo no quieres admitir el inmenso vacío que tiene la persona y lo canaliza equivocadamente a través de la actividad laboral, es importante, pero más importante es uno mismo, la familia, el descanso, la distracción, el disfrutar buenos momentos inolvidables.

Como tercera regla la describimos “fijarse metas”, las personas en la vida tienen objetivos, fines, ilusiones, es el motor que motiva, sin ese propósito vegetamos, no somos nada; y estamos en la vida para cumplir una misión que se encuentra en cada uno de nosotros.

Una cuarta regla, la podemos definir “trabajo la voluntad”, que viene hacer las acciones que realizo para hacer las cosas, para todo en la vida se necesita voluntad, más aún, cuando la persona es débil, por ejemplo, los que están en un programa de rehabilitación por consumo de drogas, alcohol, el juego, la voluntad y la fe conducen a la buena restauración.

Una quinta regla importantísima es “la inteligencia emocional”, saber canalizar, el odio, la envidia, la ira, el ser prudente, cauto, oportuno, manejar los impulsos para no dañarte ni dañar.

Como sexta regla es “educar el optimismo”, para hacer las cosas es necesario sentirla en el interior, que lo que te propones lo vas a lograr, balanceando los pros y los contras.

El cumplir estas reglas a cabalidad tiene como resultado una personalidad madura, responsable, sabes lo que quieres, a dónde deseas llegar, significas un buen referente para los demás a imitar o solicitarte una orientación, que por supuesto la vas a hacer con mucho gusto, dando alternativas a la mejor solución de las cosas, aprendes de la familia del esposo o esposa, de los hijos, de los alumnos, de la sociedad en que convives, de lo negativo obtienes lo positivo, la voluntad férrea que posees no va a permitir que se quiebre y siempre la persona con estas cualidades será una persona de bien y de buenas costumbres.