Las verdaderas mujeres

Mujer. Hemos escuchado siempre que las mujeres somos increíbles porque no solo podemos proteger a los nuestros, sino también, generamos vida y la traemos al mundo. Las cifras oficiales de Estado nos revelan que cerca de 1 millón de mujeres en el país son madres solteras que mantienen el hogar y a sus hijos. Las mismas cifras revelan que cerca de 200 mil hombres son padres solteros. Una cifra que demuestra que una mujer es definitivamente increíble. El camino que ha recorrido el concepto de mujer a través del tiempo en nuestro país es largo, esforzado y de mucha paciencia.

Cuando el país ingresaba a la segunda mitad del siglo XX, después de décadas de negación a un derecho fundamental como ser humano, las mujeres logramos hacer uso de la toma de decisiones para elegir y ser elegidas. Gobierno militar de Odría, pegadas a las ideas liberales, el mercado y ampliación del Estado, marcó el momento en el que la mujer destrozaría los mitos sobre su participación en la vida pública. ¿Qué mitos? La naturaleza sentimental solo permitía cumplir el rol de madre, el poder político destruiría a la familia, la mujer casada estaba bajo el cuidado del hombre, la falta de educación nos limitaba a realizar actividades domésticas; es decir, no cumplían con los requisitos suficientes para el trabajo profesional y el intelecto para hacerlo. Gracias es estos mitos reforzados por argumentos despreciados por el tiempo y el avance de la civilización, el Perú fue el penúltimo país en toda Latinoamérica en lograr el voto femenino.

Mitos que solo podrían ser eliminados por las mismas mujeres. ¿Ustedes tienen idea de lo que significa ser una madre soltera?, ¿Sabes lo que causa en una mujer preocuparse por su vida, la vida alguien más y una empresa?, ¿Saben lo que se siente tener la responsabilidad de criar a otro ser humano? Y no me refiero al dinero, mi vista se centra en formar a un ser humano. Las estadísticas nos enseñan que son las mujeres quienes toman, muchas veces, el camino difícil por dejar de pensar solo en ellas.

La igualdad es un mito, es un horizonte que se vende como esperanza que muchos creen llegará sin actuar. La igualdad entre hombres y mujeres no puede detenerse en el debate de roles, el debate es el acceso a mismos derechos en ámbitos iguales o similares. Sin embargo, este no es un problema netamente de acceso al trabajo y sueldos. Este es un problema mental en la población femenina del país. ¿Por qué? Muchas mujeres se sienten más cómodas recibiendo que produciendo. Se genera un círculo vicioso de aparente estado de comodidad que llega a destruir el hábito de creación y producción en la mujer.

No malinterpreten mis palabras. Recibir no es malo ni equivocado, una persona recibe porque otro en sus capacidades mentales optimas decide brindar. El problema no es que recibas, el problema es que no produces -y no me refiero a los hijos-. Mujeres, la juventud y la belleza son prestadas, Dios te dotó de talentos y bendiciones para que hagas un buen uso de ellas, no para desperdiciarlas en los sueños, deseos y metas de otra persona. Tu camino no es tan duro si sabes usar el cerebro.

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