Legitimidad: Boluarte versus usurpación: Williams
La ingobernabilidad en Perú es desde el 2016 y ha llegado el momento de la nueva gobernabilidad. Esto solo puede durar semanas; pues, el conflicto ya no consiste solamente en palabras y gestos sino ya es un estallido de todo el país: Corte de carreteras, toma de aeropuertos, destrucciones, incendios, estados de emergencia con toques de queda y matanza por soldados y policías, registrándose a la fecha 46 muertos y centenares de heridos.
El 7 del presente mes, «se cayó» (suicidio político) el presidente Castillo al decretar la disolución del Congreso, sin previamente tomar medidas de efectividad, y el Congreso aprovechó para vacarlo. Este mismo día asumió la Presidencia de la República la vicepresidenta Dina Boluarte y estalló el alzamiento nacional, que hoy a los 14 días, continúa con igual intensidad.
Hoy diciembre 21-2022, el poder de facto lo ejerce el usurpador presidente del Congreso José Williams, poder que prevalece sobre el poder legítimo de Dina Boluarte, que resulta solo formal, realmente simbólico; pues, los generales Gómez de la Torre, presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y Walter Córdova, Comandante en Jefe del Ejército y los Jefes de la Policía Nacional, ilegalmente, se han subordinado al usurpador de la Presidencia del Congreso.
Significa que la responsabilidad de los delitos contra los derechos humanos en que están incurriendo los mencionados jefes, no son, en lo mínimo, responsabilidad de la presidenta Dina Boluarte, quien decretó que los policías encargados de enfrentar a las masas amotinadas no deben llevar balas de plomo.
Si en el país manda el usurpador, en el exterior, hay preocupación especial por esta aberración. El secretario general de la ONU acaba de dedicar al caso peruano una conferencia de prensa puntualizando: el respeto leal de los derechos humanos, que el Ejército dispare balas a sus ciudadanos es delito de lesa humanidad y que tiene que encontrarse una salida consensuada de todos los sectores nacionales, SIN EXCLUIR NINGUNO.
La OEA, a solicitud de la presidenta Boluarte, ya destacó a sus observadores para constatar in situ el respeto de los derechos humanos.
La presidenta Boluarte debe :
1) Acusar ante la Comisión Permanente del Congreso, con conocimiento de la OEA y de la ONU, al usurpador de la presidencia del Congreso y a los 68 congresistas que lo eligieron. Y remplazarlos por sus accesitarios.
2) Sancionar a los altos mandos militares mencionados y rectificar a las Fuerzas Armadas de su desvarío.
Despejar a Williams es requisito para reanudar la gobernabilidad.
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