Libre mercado sí, mercantilismo no
Lo que acaba de ocurrir con las clínicas privadas, dedicadas a sacarle hasta el último centavo a las víctimas de coronavirus, es la expresión emblemática de un país en el que la pandemia ha desnudado las contradicciones viscerales de un sistema que se rige constitucionalmente por una “economía social de mercado” pero que, en la práctica, es víctima de grupos y empresarios descarnadamente mercantilistas que no han vacilado en aprovechar esta difícil coyuntura para llenarse los bolsillos a costa del sufrimiento de millones de peruanos.
La amenaza de expropiación lanzada por el presidente Vizcarra a los dueños de las clínicas parece haber sido el detonante para el acuerdo de tarifas al que han llegado con el Gobierno. Pero, más allá del comunicado expedido sobre la materia, deben desnudarse las cifras y los costos en plena aplicación del artículo 58 de la Constitución y en resguardo transparente de los fondos públicos que pertenecen a todos los peruanos.
Sin necesidad de caer en demagogia populista alguna, Vizcarra puede aún aplicar el artículo 82 de la Ley General de Salud que a la letra señala: “En la lucha contra las epidemias, la Autoridad de Salud queda facultada para disponer la utilización de todos los recursos médico asistenciales de los sectores público y privado existentes en las zonas afectadas y en las colindantes”, tal como se ha hecho en otros países con economía libre.
Y debe hacerlo, no para que el Estado asuma la administración -lo cual no tiene sentido y para lo cual no tiene la capacidad- sino para que exista un efectivo control de costos ya que sabemos que los abusos económicos en materia de salud por parte de las clínicas datan de antaño y solo se exacerbaron con la plaga.
El libre mercado no existe cuando se imponen el acaparamiento y la especulación y cuando los monopolios medran a su libre antojo, especialmente en el área de la salud: eso es cometer delitos sancionados universal e históricamente.
Tampoco estamos retrocediendo 30 años al afectar un libre mercado que no es tal, como pretenden algunos equivocados puristas del neoliberalismo.
Estamos simple, sencilla y llanamente respondiendo a la codicia implacable de quienes usan el libre mercado para esconder sus malas prácticas.
Presidente de Perú Nación – Presidente del Consejo por la Paz