Lima en su hora difícil
Cuando Lima, llamada también Ciudad de los Reyes, se aprestaba a celebrar su 484 aniversario de fundación, ocurrió la tragedia que todos hemos visto en el distrito de San Juan de Lurigancho, el de mayor población, entre los distritos que integran la provincia de Lima. Una fisura de la tubería matriz en una de las calles principales del distrito ocasionó un tremendo aniego de aguas residuales que jamás se había visto antes, con graves consecuencias ambientales y sanitarias, afectando, directamente, a miles de familias que habitan en la zona de Las Violetas y de manera indirecta al distrito por el recorte inevitable del servicio del agua, tan pronto ocurrió el hecho, el cual se fue normalizando precariamente al paso de las horas y días de ocurrida la tragedia.
Se trató de un golpe muy duro para la población que dejó de poner la mirada en las celebraciones conmemorativas para enfocarla en SJL, donde una gran cantidad de familias resultaron damnificadas, perdiendo sus casas y todo tipo de enseres y utensilios de hogar o de negocios. Las investigaciones tendrán que dar con los responsables de que esto haya ocurrido, sea por una deficiente selección de la empresa constructora encargada de colocar las nuevas tuberías en las obras de saneamiento o la complaciente fiscalización o ausencia de ella al momento de recibir la obra. Las familias damnificadas deberán ser indemnizadas, desde luego.
El propio alcalde de Lima, Jorge Muñoz, fue quien anunció la cancelación del nutrido programa que su despacho había preparado para celebrar, como se acostumbraba hacerlo tradicionalmente, por el aniversario de fundación de nuestra ciudad capital. Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística e Informática, Lima llegaba a esta conmemoración con poco más de nueve millones 320 mil habitantes, casi una tercera parte de la población total del país. La ciudad ha crecido de manera acelerada y desigual, siendo expresión viva de todas las sangres del Perú, para usar una expresión feliz del inmortal novelista José María Arguedas.
Según el INEI, de los 43 distritos que tiene Lima, el más poblado es, precisamente, San Juan de Lurigancho con 1 millón 162 mil habitantes. Le siguen San Martín de Porres (745 mil 151), Ate (678 mil), Comas (544 mil), Villa El Salvador (492 mil), Villa María del Triunfo (474 mil). Luego se tiene a San Juan de Miraflores (422 mil), Los Olivos (392 mil), Puente Piedra (383 mil) y Santiago de Surco (364 mil). Mientras que entre los distritos con menor población figuran Santa María del Mar (mil 700) y Punta Hermosa (8 mil).
Las estadísticas coinciden en destacar que la inseguridad ciudadana y el caótico transporte urbano, sumado al problema de la basura ambiental, son los problemas más sentidos de la población. Hace dos años, el INEI señalaba que el 37 % de limeños vivía satisfecho con su ciudad, mientras que el 48.7 % señalaba que la situación de su calidad de vida no había mejorado. La inseguridad ciudadana había sido considerada como el principal problema que afecta la calidad de vida en Lima (83.5 %), mientras que el transporte público era considerado el segundo principal obstáculo de la capital (53 %). De entonces nada ha variado. La nueva autoridad edil, quien asumió el mando este primero de enero, tiene pues entre manos tremendos y álgidos problemas que resolver.
Así recibe Lima su aniversario, la ciudad que fundara Francisco Pizarro como Ciudad de los Reyes en memoria de los Reyes Magos. Es hoy una urbe moderna, cosmopolita, universal, vinculada al mundo por su adelanto tecnológico, pero sumida en raigales problemas difíciles de resolver, que afectan cotidianamente al poblador limeño o a quien vive en ella, casi convirtiendo su existencia en una pesadilla. Nuestra solidaridad para nuestros hermanos de San Juan de Lurigancho. Vamos todos a darles agua.
(*) Juez Supremo