Llegaron las vacas flacas
Con la recesión en marcha, inevitablemente, reaparecieron las vacas flacas en la recaudación fiscal, tanto así que los ingresos tributarios en el periodo enero-mayo 2023 cayeron -13.7% (S/68,577 millones). Tal desplome, significa un grave revés para el ingeniero Álex Contreras, titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), porque auguraba que los ingresos tributarios anuales alcanzarían los S/ 166,347 millones en la actualización de proyecciones macroeconómicas (abril 2023), es decir, que en estos primeros cinco meses hemos recaudado S/ 800 millones por debajo de la meta.
Quizá por ello, el lanzador de Punche Perú del MEF ha corrido presuroso a tocar la puerta de los mercados de capitales emitiendo bonos soberanos (soles) con vencimiento a 10 años, endeudándonos por otros S/ 9,185 millones (equivalente a US$ 2,500 millones), para cubrir el presupuesto, ofreciendo pagar una elevadísima tasa anual de 7.35% (31/5/23), a tono con los tiempos revueltos de la postpandemia.
Para Luis Arias Minaya, exjefe de la Sunat, el desplome fiscal se explica por: “…la contracción del PBI, menores precios de los commodities, exoneraciones tributarias y la (reciente) amnistía tributaria”, que sentenció con alegría veraniega el Tribunal Constitucional (TC) a las grandes empresas (7/6/23), que ahora consiguen millonarias devoluciones del tesoro. Mientras que los precios de los metales vienen cayendo en el 1er trimestre del 2023: el zinc cayó en -16.4% (US$ 3.130/TM), el plomo -8.3% (US$ 2.141/TM), el cobre -10.6% (US$ 8.930/TM) y la plata -5.8% (US$ 22.60/onza), solo el oro subió 0.8% (US$ 1.888/TM), según London Metal Exchange.
Por esta caída de las cotizaciones mineras, las exportaciones en el periodo enero-abril tuvieron una reducción de -7.5%, mientras que las importaciones se desplomaron en -12.9%, registrando un superávit comercial acumulado que viene creciendo constantemente en los últimos 12 meses, sobre todo por una fuerte caída de las importaciones (menor volumen y no por menor precio) “que refleja la débil demanda interna, al 1T23 ya estábamos en recesión técnica…” (Juan Carlos Odar- Phase 9/6/23). Las importaciones bajaron en: insumos (industriales, alimentos y petróleo) -18.6%, bienes de capital -10.6%, pero los bienes de consumo subieron en 0.6%. En los alimentos, se advierte la gran caída en la importación de lácteos -30.1%, arroz -36% y carne -26.1%, aunque el azúcar se disparó en 77.1%.
En la recaudación, la mitad de los ingresos lo representa el Impuesto General a las Ventas (IGV), que en enero-mayo han caído -10.5%. El IGV Interno disminuyó en -5.6%: por la menor demanda interna, en cambio, el IGV que grava a las importaciones disminuyó -16.5% por la contracción de los embarques y la caída del tipo de cambio. En estos primeros cinco meses, el impuesto a la renta (IR) tuvo una caída de -19.1%. Sólo en el mes de mayo cayó -16.7%, donde se aprecia que: tercera categoría (empresas) bajó -29.7%, no domiciliados -12.8%, cuarta categoría (ingresos profesionales) -16.8%, quinta categoría (trabajadores en planilla) -2.6%. El panorama es desolador.
Se espera el anuncio de un nuevo y enésimo programa de austeridad y una nueva fiesta del endeudamiento. En tanto, no se promueva al unísono la inversión sólo nos queda recitar: ¿Volverán las frisonas vaquillonas, en nuestros campos los pastos a rumiar, y otra vez a la mañana aún más turgentes las volveremos a despilfarrar?
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