Llegó el día “D”

Mañana, lunes 28 de marzo de 2022, el Congreso del Perú tiene un compromiso con esta sociedad identificada con la democracia, amante de las libertades, enemiga del marxismo y defensora del Estado de Derecho. La gran mayoría de los parlamentarios que integran nuestro Legislativo están obligados a recordar que esta población los eligió, persuadida por aquel mensaje precisamente democrático, defensor de los derechos civiles y, fundamentalmente, del principio antimarxista que expresaban los axiomas de los partidos políticos por los cuales postularon al Parlamento en las elecciones de mayo del último año. ¡Estos no son tiempos de traiciones, señor, señorita o señora parlamentaria! Son momentos graves para la patria.

¡Estos son tiempos de definiciones! Y ustedes tienen la enorme responsabilidad de representar a la ciudadanía en estos instantes tan severos para el futuro del Perú. Ustedes conocen, además, por los antecedentes ocurridos en otras naciones latinoamericanas -que ya pasaron por trances semejantes al peruano- que la culpa de que ahora sus pueblos atraviesen por el infierno de una total ausencia de libertades y de derechos civiles, a la vez plenos en pobreza extrema motivada por la instalación de regímenes comunistas, es porque sus congresistas renegaron a proceder en concordancia con los principios democráticos por los cuales el pueblo los eligiera. ¡Vale decir, cayeron en esa desgracia porque sus congresistas se sometieron a la sensualidad del poder tiránico de jefes de Estado marxistas, como Hugo Chávez o Daniel Ortega! ¡La capitulación fue culpa de sus parlamentarios fascinados por el demonio del envanecimiento y su condimento, las ansias de dinero y poder! Impulsados por la inconducta de entregarse al dictador de turno. Unos esperanzados por su gran candidez; y otros traicionando canallescamente a quienes votaron por ellos, ilusionados porque legislarían bajo las premisas ofrecidas durante su campaña como candidatos por partidos dizque adalides de la democracia.

Ahora, muchos de esos congresistas ilusos o traidores están desaparecidos, mutilados, presos o muertos, y sus países condenados a la miseria más espantosa, a la absoluta falta de libertades, y a una vida envuelta en la brutal violencia ciudadana incitada por el propio gobernante.

Un ciudadano como cada uno de ustedes, señores parlamentarios, que buscó la confianza del poblador induciéndole a que vote por usted basado en el mensaje y en los principios que expuso formalmente el partido a través del cual postuló usted, no puede ni debe ser iluso ante el poder de turno. ¡Ustedes no actúan por sí solos! Cada uno de ustedes representa a una parte específica de la sociedad. Aquella que votó por usted, no por su linda cara sino porque prometió defenderla ante el poder Ejecutivo, al cual ustedes están constitucionalmente obligados a controlar -o vacar- según las circunstancias. ¡Y mañana es uno de esos días, señores congresistas!

Ustedes, señores congresistas de Alianza para el Desarrollo, Acción Popular, Podemos, Avanza Perú, Fuerza Popular, Renovación Popular y demás grupos democráticos, están moralmente impedidos de traicionar los postulados por los que, obviamente, están sentados en el Congreso. Ustedes, señores legisladores, deben vacar al enemigo de la democracia, llamado Pedro Castillo.

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