Lo que nos dejó el 2019
Ya en las postrimerías del año que se va es bueno hacer un recuento de los hechos que marcaron la historia de nuestro país.
Luego de una batalla sin cuartel emprendida por Vizcarra y los amanuenses del periodismo que inclinaron la cerviz por la publicidad estatal, se dividió al Perú, no había día en que no se ataque al Congreso de la República, ese Parlamento que lo ungió a Vizcarra como Presidente y por el cual juró respetar la Ley de leyes, simplemente pateó el tablero, para evitarse así una acusación constitucional.
El momento cúspide de la afrenta fue el 30 de septiembre con su “denegación fáctica”, término inexistente en la constitucionalidad y legalidad del país, un eufemismo del lacayo premier Vicente Zeballos.
No olvidemos lo de Salvador del Solar que de manera insolente y prepotente irrumpió en el Congreso de la República y al congresista Gino Costa que le cedió el uso de la palabra; si Costa no lo hacía, aún tendríamos Congreso, ahora este señor nuevamente postula al Legislativo, un hombre sin bandera.
El mensaje de Vizcarra escudándose en las faldas del pueblo y aduciendo que era un clamor popular y que todos se irían, sin embargo el inquilino de Palacio sigue gobernando vía decreto de urgencia y la masa ignara se creyó el cuento y aplaudió como focas.
A eso hay que agregarle un referéndum que sin pena ni gloria costó millones de soles, igual que el proceso electoral de este 26 de enero, hay dinero para despilfarrar mientras no se pueden comprar incubadoras y los niños mueren.
Ministros teníamos antes, hoy tenemos felipillos y lacayos de Vizcarra y hasta una chilindrina que maneja la economía del país, los miembros del gabinete tuvieron que renunciar por irregularidades, gente proba no hay en el Consejo de Ministros atiborrado de asesores de poca monta y con desconocimiento de Derecho Constitucional y estrategias comunicacionales.
Si hablamos de políticas públicas e incremento del PBI es otra falacia más de un gobierno que es un desgobierno, todo gira en torno al felón de Vizcarra.
Mientras la ministra de Educación destinó millones para libros sobre sexo anal a los estudiantes, la ministra de la Mujer ponía mandilitos rosados a los miembros del Ejército, mientras una familia lloraba la muerte de su hija una sonriente ministra de Justicia estaba en “modo Navidad”, mientras la delincuencia aumenta el ministerio del Interior alquila patrulleros, mientras los hospitales están desabastecidos la ministra de Salud contrata parientes.
El Congreso de la República que sea elegido en enero del próximo año está facultado para iniciar un juicio político contra Vizcarra, si el Tribunal Constitucional (TC) falla a favor del Poder Legislativo respecto a la demanda competencial presentada por el Parlamento contra el Ejecutivo, y se determina que el cierre del Parlamento fue realizado de forma inconstitucional.
El caso Lava jato, la prisión preventiva o domiciliaria y la muerte de Alan García desnudan las miserias de este Gobierno, que tiene como único destino perpetuarse en el poder.
Que Dios ilumine al pueblo peruano, que la patria vuelva a ser lo que fue, pero es difícil, basta ver la listas de candidatos al Congreso y más pareciera una lista de candidatos a un Wawa Wasi (guardería, nido, cuna infantil), gente sin nociones de hermenéutica parlamentaria y menos de Derecho constitucional.
