Los caviares y su elucubrado «fujicerronismo»
En la conformación de la Mesa Directiva y la elección del presidente del Congreso vemos “coqueteos” inimaginables que generan rumores, especulaciones e intrigas que no deberían sorprender, ni asustar a nadie, porque ya son parte de las actividades “protocolares” de fiestas patrias.
Mucha gente se escandaliza al no entender que la izquierda unida o las coaliciones de centro y derecha, al sumar los votos de sus aliados, no les alcanza para lograr mayoría y se ven en la necesidad de conversar con otras bancadas para sondear y evaluar la viabilidad de incorporarlos en sus listas.
En las últimas semanas se habló mucho del “fujicerronismo”, una inexistente alianza que nace de una perversa elucubración de los caviares -especialistas en inventar historias en contra del fujimorismo- quienes pretenden hacer creer que las pocas veces que Perú Libre vota de la misma forma que las bancadas de centro y derecha es porque existe un oculto “acuerdo” con Fuerza Popular.
Para terminar con las especulaciones, Miguel Torres, vocero de Fuerza Popular, ha sido enfático al desmentir esto y confirmar que de ninguna manera podrían respaldar una mesa presidida por Perú Libre. Reiteró que aspiran a fortalecer la coalición democrática de los partidos de centro y centro derecha, tratando de lograr consensos con Avanza País, Renovación Popular, APP y Somos Perú, para tentar la presidencia y primera vicepresidencia, dejando abierta la posibilidad de compartir mesa, en las otras vicepresidencias, con bancadas de izquierda que podría incluir a Perú Libre.
Sería mezquino no reconocer que Fuerza Popular, la bancada más numerosa y consistente al interior del Congreso, ha mostrado desprendimiento al ceder su legítimo derecho a presidir la Mesa Directiva o formar parte de ella, para evitar que esto fuera tomado por otros partidos del bloque democrático como la excusa para romper la unidad que se busca.
El momento exige dejar de lado posiciones personalistas, celos y egoísmos que podrían esconderse detrás del voto secreto en la elección de la Mesa Directiva. Las deslealtades inclinarían la balanza en favor de la izquierda. Ya sufrimos las consecuencias con los “niños” de Acción Popular, quienes, anteponiendo sus oscuros intereses y ambición de poder, entregaron sus votos para subirse a la “combi” del corrupto gobierno de Pedro Castillo.
Ramiro Prialé, fallecido líder aprista, decía: “Conversar no es pactar”. Deberían ponerlo en práctica los legisladores para acercar posiciones distantes en busca del bien común. Los caviares pretenden satanizar a quienes lo hacen para torpedear el proceso.
Si la coalición democrática no suma a otras fuerzas del Congreso y no vota en bloque, la Mesa Directiva podría terminar en manos de la izquierda. Lamentablemente, si los rojos ganaran, la prensa caviar sin asumir responsabilidad terminaría culpando, como siempre, a Fuerza Popular.
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