Los culpables del desastre peruano
“La turbulencia política está destruyendo al Perú. A diferencia de Chile (2019), Ecuador y Colombia (2021), el amotinamiento en Perú ha sido especialmente violento, sedicioso y peligroso (…) Lo que ahí está en juego es si la democracia puede sobrevivir. La sociedad se ha polarizado tanto que algunos peruanos ya hablan de una inminente guerra civil, por inverosímil que parezca. ¿Dónde se origina el problema? El desencadenante inmediato del conflicto fue el anuncio del 7 de diciembre último por Pedro Castillo que estaba ordenando el cierre del Congreso y la toma del poder Judicial. Esto fracasó y Castillo está preso”. Esta reveladora síntesis corresponde a la opinión de la revista The Economist.
Por su parte, The Wall Street Journal opina así sobre Perú: ”Las movilizaciones violentas tienen la esperanza de que la agitación interrumpa la economía, basada en el mercado peruano, y lleve al país a la órbita de Cuba, Bolivia, Venezuela y Nicaragua. La Habana ha estado trabajando durante años para resolver esto. El agente de inteligencia cubano Carlos Rafael Zamora tiene el rango de coronel en la dictadura militar de La Habana. Él y su esposa se han mudado por las Américas durante décadas bajo cobertura diplomática. En diciembre 2021, después de la toma de posesión del Sr. Castillo, el Sr. Zamora fue nombrado embajador de Cuba en Perú … Un año después el país explotó.”
Este es el nivel de gravedad que reviste la coyuntura a la que nos ha llevado el letal resultado de las cuestionadas elecciones de abril y junio 2022, defendidas a muerte por La República, El Comercio, RPP, canales 2,4,5,8,10 y N. No sólo respecto a la estructura tramposa del proceso llevado a cabo por un Jurado de Elecciones presidido por un comunista, que se arrogó, delictivamente, un doble voto (tras autorizar que participe la plancha de Perú Libre que, contrariando las normas, compitió sin estar completa); sino porque ese mismo sujeto se opuso a confrontar las decenas de miles de actas observadas -por graves alteraciones- con el padrón del Reniec. Como cereza sobre la crema, está la desinformadora campaña desarrollada por esos mismos medios y patrocinada por los caviares, que instigaba a los indecisos a votar por Castillo “porque quien vota por Keiko vota por la corrupción.”
Esta es la génesis del momento actual, que, con mucha probabilidad, nos podría hacer entrar, por tiempo indefinido, a la órbita castro-chavista. Es más, otra de las intolerables traiciones de los miserables caviares es el resurgimiento de sendero luminoso y el mrta. Dos movimientos terroristas, genocidas, ahora vigentes gracias a la comisión de la verdad y a Diego García Sayán, que impulsaron la liberación “por buena conducta” de muchos miles de prisioneros terroristas que, hoy, participan sanguinariamente en esta brutal, violenta, mortífera subversión que enfrenta nuestra democracia.
¡No son tiempos de lamentaciones, pero sí de señalamientos! Los caviares son los artífices de esta asonada que pudiera desembocar en una guerra civil o en la incorporación del Perú a “la patria grande de socialismo latinoamericano del tercer milenio.”