Los debates del año 2025 pueden evitar que elijamos una dictadura socialista
Lo que está pasando en el Perú no es broma. Existe la posibilidad de que, en julio del 2026, jure como presidente una persona embebida en una doctrina socioeconómica que tolera la vulneración de derechos esenciales para la mayoría de nosotros, como el respeto por la propiedad privada.
La prensa debe recapacitar. Si el derecho a la libre expresión fuera más importante que el derecho a una propiedad segura, ¿qué sucedería cuando el Estado dejara de respetar la propiedad de los medios de comunicación? Estos se verían amenazados con perder sus activos o el derecho a utilizar la frecuencia que les otorgó el Estado para transmitir sus programas. Es decir, si el derecho de propiedad no es seguro, la libre expresión tampoco lo es.
No sería la primera vez que el país elige un gobierno que no respeta la propiedad privada, a pesar de que los ciudadanos desean su protección. Esto ocurre con facilidad cuando funciona la estrategia política de los mercantilistas de izquierda (socialistas, comunistas y, en general, aquellos que no respetan el derecho a la propiedad segura). Su táctica consiste en permitir la inscripción de un número desmesurado de partidos, logrando así que dos partidos de izquierda, con un porcentaje ínfimo de votos (4 % o 5 %), pasen a la segunda vuelta. Esto deja a quienes defienden la propiedad privada sin opciones claras por las cuales votar, a menos que se unan y logren consolidar una alternativa viable.
Si aquellos que respetan la propiedad privada no advierten esta estrategia izquierdista y no se organizan para impedir su éxito, serán responsables de que se concrete. Como consecuencia, el país caerá en una dictadura, pues cuando los mercantilistas de izquierda gobiernan, concentran en sus manos no solo el poder del Estado, sino también el poder económico que antes tenían los privados. De esta forma, controlan todos los ámbitos de la sociedad y consolidan su dominio sobre la nación.
El silencio frente a hechos como la posibilidad de un pago injusto por las expropiaciones en la ampliación del Paseo de la República Sur contribuye a fortalecer la estrategia de la izquierda mercantilista. Si no se respeta la propiedad de la clase media y baja, su reacción lógica será: Si mi propiedad no se respeta, ¿por qué debo respetar la de los ricos? En este escenario, se genera un caldo de cultivo perfecto para la erosión del Estado de derecho y la consolidación de un régimen autoritario.
Es fundamental entender que el derecho de propiedad solo es seguro cuando se respeta el de todos. No existe propiedad privada protegida si la de unos pocos se vulnera impunemente. Si la sociedad no toma conciencia de esto a tiempo, el futuro del país estará marcado por la incertidumbre y la pérdida de libertades esenciales.
Los debates del 2025 serán clave para definir el rumbo del Perú. Si los sectores que valoran la propiedad privada y la economía de mercado no logran organizarse, la izquierda radical tomará el poder con facilidad. Es momento de reflexionar y actuar, porque una vez que el poder se centraliza en un régimen socialista, revertir la situación se vuelve casi imposible.
El 2026 podría ser un punto de inflexión para el país. No permitamos que la falta de unidad y estrategia nos lleve a perder derechos fundamentales. La historia ha demostrado que, donde no hay propiedad privada segura, la libertad tampoco existe.
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