Los esponsales: promesa solemne
El ritual de los esponsales en la antigua Roma no era simplemente un compromiso formal entre dos personas, sino que también involucraba a las familias. Este compromiso no se limitaba a un simple acuerdo verbal, sino que estaba respaldado por ceremonias significativas y solemnes.
Los esponsales, conocidos en latín como sponsalia, derivaban de la palabra “spondere”, que significa ‘prometer solemnemente’. En este contexto, los esponsales representaban un acuerdo entre dos individuos y una promesa ante la sociedad y los dioses. Los intercambios de anillos, la presencia de testigos y otras manifestaciones de compromiso simbolizaban la fidelidad y el respeto mutuo entre las partes, marcando así el inicio de un vínculo matrimonial considerado legalmente vinculante.
Este rito, similar a lo que hoy aún llamamos “pedida de mano”, originaria del término latino “manus”, requería del consentimiento expreso del padre de la mujer para formalizar el acuerdo de contraer matrimonio.
En su concepto más básico, los esponsales representan un compromiso mutuo entre dos personas para contraer matrimonio en el futuro. Este compromiso puede ser tanto explícito como implícito, y generalmente implica el intercambio de promesas que establecen una expectativa de que las partes cumplirán con su compromiso y se casarán en el futuro. En caso de incumplimiento, surge la obligación de indemnizar a la parte agraviada.
Hoy en día, los esponsales siguen siendo importantes desde el punto de vista emocional, social y legal. A pesar de representar un compromiso de amor, respeto, cuidado y compromiso, son una obligación que se asume voluntariamente y genera consecuencias legales, sociales y personales.
Algunos tratadistas de la era moderna consideran que los esponsales son una reliquia y deben dejar de tener consecuencias jurídicas. Argumentan que las relaciones deben basarse en la libertad individual y no en compromisos formales o ceremonias tradicionales. No obstante, al materializar su posición, también se dejaría sin regulación legal al matrimonio.
Otros, sin embargo, defienden la importancia de los esponsales como una expresión significativa de compromiso y contrato. Reiteran que los esponsales pueden ser una forma valiosa de establecer expectativas y reglas claras entre las partes, lo que ayuda a fortalecer los lazos emocionales y sociales entre las familias. En este caso, la legislación debe permitir a las partes establecer las condiciones de dicha unión, dentro de ciertos límites de libertad.
Nuestro Código Civil de 1984 regula la institución jurídica de los esponsales de manera similar a Roma. Si bien su uso ha disminuido con el tiempo, sigue siendo importante desde el punto de vista personal y social, y continúa desempeñando un papel relevante en la forma en que las personas conciben y gestionan sus costumbres, identidad y relaciones familiares.
Recordemos lo que Gabriel García Márquez nos deja en su obra El amor en los tiempos del cólera (1985): “El matrimonio es como los esponsales: un amor que se promete eterno, pero que comienza a vivir a partir del momento en que se compromete”.
Abogado, docente universitario, consultor legal
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