Los ganadores

Janet Senca Ríos, Araceli Sánchez Jara y Vasco André Zagaceta Ancasi, son tres de los cinco ganadores del Primer Premio en el último concurso de dibujo, pintura, escultura y acuarela convocado para los alumnos de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú antes que la ley 31997 promulgada el pasado 10 de abril por la presidenta del Perú, Dina Boluarte, la convirtiera en Universidad Nacional Autónoma de Bellas Artes del Perú. El concurso, con las obras registradas por código, celebra el 106 aniversario de la Escuela de Bellas Artes fundada por Decreto Supremo del 28 de setiembre de 1918 siendo presidente del Perú José Pardo y Barreda. Aniversario que también se recordó en el Centro Cultural de Bellas Artes con una muestra de los actuales maestros.

Encontramos lugar cómodo y agradable para sentarnos a conversar con Janet, Araceli y Vasco en el primer patio de la hoy universidad. Un espacio con historia en las centenarias arquerías, la pila central y en los calcos de escultura griega y renacentista, donación del filántropo Víctor Larco Herrera, temas pedidos para las obras presentadas al concurso. Las arquerías y la pileta las tomó Janet para su pintura que logró el primer puesto. Con recursos tomados de la enseñanza puso en acción el osar, el intentar, experimentar con los materiales; con las veladuras realzando el color buscar efectos de luz, sombra y detalles. Para ella, la arquitectura es interés desde cuando estudió en la UPC, lo mantuvo con un curso dictado en el Cementerio Presbítero Maestro por Pat Monroy, lo confirma escogiendo arquitectura patrimonial como tema para su examen de ingreso a Bellas Artes. De modo que el primer patio, era preciso para el concurso. La acuarela, proceso de rapidez sin corrección, pedía de tema un motivo histórico. Escogió como punto de partida una fotografía tomada en un taller con alumnos. Hizo investigación de vestuario, teniendo apoyo en otras antiguas fotografías. En dibujo, tomó de los calcos la Piedad. Le ofrece la posibilidad de impactar definiendo las formas con el manejo de luz y sombra en alto contraste. Puse la luz dándole un valor de divinidad, comentó.

Este manejo de contrastes elevados también lo usa Vasco André Zagaceta Ancasi que para el concurso tomó la Victoria de Samotracia por su sentido de avance. Tanto como la solidez en las formas de su dibujo, la oscuridad con que despierta la majestuosidad de la luz, me agrada ese modo de confianza con que habla de su trabajo y la seguridad que tuvo de su triunfo. Modo de cálida certeza que también está al hablar de renacer, el amor al prójimo, la admiración y cariño por su padre a quien dedica el diploma de este premio. Una pausa y está hablando del eco sistema del transporte público, el esfuerzo, el trabajo en respeto a la tradición, como el llevado en la Quesera Vini en Ocalli, donde tiene origen familiar. Y es buen cierre el amor propio.

Con nosotros escucha Araceli Sofía Sánchez Jara, ganadora del primer premio en escultura que nos permite la foto abridora de estas Crónicas. En el pequeño formato de su maqueta proyecto son claras sus decisiones de expresar momentos de vida usando la monumentalidad buscada con los volúmenes de formas rotundas y la fragilidad en las pequeñas finezas con que teje ese diálogo, que como afirma, puede decir lo que no podemos con nuestras propias palabras. Tiene como sus referentes a Rodin, en el trato de la musculatura y a Camille Claudel por la fuerza. Valores que van muy bien con su insistir en la perseverancia, la lucha, no dar espacio al vencimiento, y como Miguel Ángel mantener la dureza consigo mismo en la búsqueda de la perfección y el triunfo de la idea. Decisiones que conoce en la acción de su tatarabuelo Alejandro Sánchez al producir en Lunahuaná Don Alejandro, su vino y pisco que tiene como sello la figura del caballo, presente en su trabajo premiado.

En Araceli como en Janet y Vasco hay un valor de familia, una voluntad de aprendizaje y experiencia, de osadía, condición de observadores realizadores que avanzan con calma sin bulla ni aspaviento. Son tres alumnos en quienes se pueden leer las palabras de la rectora Eva López Miranda, “la Universidad Nacional Autónoma de Bellas Artes del Perú es un crisol de razas y cultura”. Nosotros agregamos, y de talentos.

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