Los hermanos Ramón y Óscar Stagnaro: Pasión, educación y talento
En los años setenta, la escena musical limeña vio nacer a dos hermanos con una claridad de propósito poco común: Ramón y Óscar Stagnaro. Dos jóvenes músicos con un talento notable y un objetivo compartido: vivir de la música profesionalmente. No solo lo consiguieron, sino que lograron posicionar el nombre del Perú en el mapa musical internacional.
Tuve la suerte de conocerlos, de trabajar con ambos en múltiples oportunidades y, sobre todo, de disfrutar de su amistad. Esa cercanía me permite afirmar, con pleno conocimiento, que además de ser músicos excepcionales, fueron siempre colegas comprometidos y seres humanos generosos.
Ramón, guitarrista de oído absoluto, se estableció en Los Ángeles; Óscar, bajista y educador, en Boston. Ambos cruzaron fronteras con una formación técnica sólida, una ética de trabajo disciplinada y una pasión inquebrantable por su arte.
Ramón desarrolló una brillante carrera como músico de sesión, grabando con artistas de la talla de Andrea Bocelli, Seal, Ricky Martin, Alejandro Sanz, Al Jarreau, Roberto Carlos y Celine Dion. Los productores lo buscaban por su versatilidad instrumental y su capacidad para adaptarse a diversos géneros. Poseía más de 50 instrumentos y dominaba cada uno con profundidad estilística y destreza técnica. Paralelamente, mantuvo siempre un fuerte vínculo con la música peruana, colaborando con Los Hijos del Sol y grabando, junto a Lucho González, Félix Casaverde y Víctor “Coco” Salazar, el disco 4 Guitarras del Perú (1996), una producción que merece ser redescubierta.
Ramón falleció en 2022 a causa del COVID-19, dejando un legado que trasciende géneros, generaciones y fronteras.
Óscar, por su parte, adoptó el bajo eléctrico como instrumento principal tras formarse en el Conservatorio Nacional de Música de Lima. En su etapa limeña fue pieza fundamental en estudios de grabación y formaciones de todo género musical. Emigró a Estados Unidos en 1979 y, desde 1988, forma parte del cuerpo docente de Berklee College of Music, una de las instituciones más prestigiosas del mundo en educación musical contemporánea.
A lo largo de su carrera ha recibido cuatro premios Grammy, destacando como miembro del quinteto de Paquito D’Rivera. Su labor académica ha sido clave para abrir espacios a los talentos latinoamericanos dentro del panorama musical estadounidense. Ha desarrollado métodos pedagógicos, publicado libros especializados y dirigido talleres internacionales. Su trabajo incluye la incorporación de géneros peruanos —como el festejo y el landó— y latinoamericanos —como la bossa nova y el joropo— al vocabulario jazzístico contemporáneo.
Los hermanos Stagnaro —Ramón desde la interpretación, Óscar desde la educación— entendieron que la música va más allá del entretenimiento. Es una disciplina profesional, un puente intercultural y un patrimonio que se preserva a través de la transmisión del conocimiento.
Hoy, uno permanece en la memoria y el otro sigue activo. Ambos representan un modelo: el Perú que proyecta su talento al mundo con preparación técnica, identidad cultural y una admirable determinación profesional.
Por Ricardo Ghibellini H.
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