Los impresentables legisladores castillistas
Un grupete de legisladores perulibristas –léase lacayos de Pedro Castillo y su égida del movadef (por tanto sendero luminoso)– viajó a Caracas dizque como “observador”.
Aunque más bien asistió como comparsa del gobierno chavista, que mantiene secuestrado al pueblo venezolano, impidiéndole gozar de las libertades que garantizan los regímenes democráticos.
¡En verdad, viajaron únicamente para respaldar las falaces elecciones llevadas a cabo el pasado domingo en aquel país! ¡Sabe Dios si lo hicieron remunerados por el tirano venezolano! Como no podía ser de otra manera, su conducta contrasta con la del resto de legisladores, quienes se deslindan con el totalitarismo encabezado por el sátrapa Maduro.
Acá hablamos de las congresistas Kelly Portalatino y María Agüero, por ejemplo, ambas simpatizantes del comunismo criollo. Alegan que participaron como “veedoras”, lo que les permitió observar “¡un proceso electoral legítimo!”. Y, vehementemente, defienden la “transparencia de las elecciones chavistas”.
Tanto es así que, tras regresar a Lima, se mostraron orgullosas de alabar al fascista Maduro. Por cierto, esta troupe de parlamentarios comunistas locales marcó tarjeta ante el dictador Maduro; quizá para seguir gozando sabe Dios de qué privilegios y canonjías, a cambio del apoyo moral que le otorgaron como padres de la patria peruana.
A contrapelo de las críticas internacionales contra Maduro –desde la Unión Europea, pasando por Estados Unidos, Brasil, Colombia, Chile y, plausiblemente, el propio gobierno peruano–, la delegación de legisladores peruanos rojos, irrecuperablemente totalitarios y dizque invitados por Maduro, alega que “disfrutó” de lo que, para la mayor parte del mundo, fue una payasada electorera chavista, urdida por el Consejo Nacional Electoral venezolano bajo instrucciones del mismísimo Maduro.
Apenas llegados a Lima, estos impresentables –exultantes por haber “participado en unas elecciones ejemplares” (en rigor, una arremetida sangrienta, mortífera de Maduro contra el pueblo venezolano)– sonreían excitados ante la prensa presente en ese momento en el aeropuerto, vociferando: “¡Hemos visualizado (sic) que el pueblo soberano de Venezuela ha elegido al nuevo y reelecto presidente Nicolás Maduro!”.
Incluso María Agüero, congresista comunista con casa propia en EEUU, dijo: “El pueblo venezolano participó en forma voluntaria, pacífica”, y expresó su rechazo “porque el gobierno peruano desconoce los resultados”.
Esta trapacería demuestra la miseria de gente que integra este segmento de legisladores peruanos –hablamos de los simpatizantes de Pedro Castillo– que tanto daño hace a nuestra sociedad. Porque conductas infames como las de estos castillistas/cerronistas –identificados con el totalitario Maduro y sus amos de Cuba– profundizan la crisis de los venezolanos, que llevan 22 años impedidos de vivir en paz, libertad y progreso con sus familias.
Peor, sabiendo que a cambio reciben prebendas propias de toda “nomenklatura” comunista. Idéntico ocurrió cuando actuaron de alcanzarrejones/felpudillos de Pedro Castillo. ¡Formaron parte de esa gran repartija que estuvo a punto de vaciar las arcas del Estado! Este grupete de novatos, ineptos legisladores zurdos, amable lector, es capaz de hacer eso mismo contra el pueblo peruano, a cambio de seguir viviendo como reyes/reinas.
Como hacen ahora, recibiendo altísimos sueldos pagados por usted, amable lector, que no percibirían laborando como hace Juan Pueblo.
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